En una jornada en la que los inversores optaron por recoger beneficios, la banca francesa se situó en el principal punto de mira. El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, anunció una serie de reformas económicas antes de las próximas elecciones y, entre ellas, una que afecta a este sector: a partir de agosto se establecerá un impuesto a las transacciones financieras. La tasa Tobin -es así como se la conoce- no fue bien acogida en el mercado, que castigó ayer a las grandes entidades francesas con descensos de más del 6%.
BNP Paribas, Crédit Agricole y Société Générale fueron las mayores perjudicadas en el parqué ante una de las importantes medidas, junto a la subida del IVA, que anunció este fin de semana Sarkozy. Los títulos de BNP Paribas perdieron un 7,12%, mientras los de Crédit Agricole y los de Société se dejaron un 6,59 y un 6,45%, respectivamente.
Por el momento, Francia es el único país de la eurozona que ha aprobado esta tasa a las operaciones financieras, mediante la que, en principio, se pagará un 0,1% sobre la compra y la venta de acciones y bonos y un 0,01% en las operaciones de productos derivados. Pero aunque el impuesto sólo afectará a las cotizadas en el parqué francés, las pérdidas en bolsa de las grandes entidades del país arrastraron al resto de la banca europea. En el Ibex 35, el Sabadell y el Santander retrocedieron un 2,84 y un 2,7% cada uno. Otras entidades españolas como Popular, Bankinter o BBVA también cedieron más de un 2%. Similar al 1,60% que perdió el Cac 40 francés.
También los bancos sufrieron una jornada de ventas en otras plazas europeas: Deutsche Bank se desplomó un 3,75%, de tal forma que el financiero se convirtió en el sector que más cedió en el Viejo Continente en la jornada de ayer; concretamente un 3,11%. Todo en un día en el que se celebraba la cumbre europea y después de que siguiera sin concretarse un acuerdo sobre la quita griega.