Después de un tercer trimestre especialmente complicado, las mercados globales de renta variable recuperaron algo de terreno en el último trimestre del año pasado y los mercados europeos participaron también en la recuperación, aunque algo menos que la media global.
El índice Stoxx Europe 600 tuvo una rentabilidad del 8,6%, frente al 10,3% que obtuvo el índice MSCI AC World Index. El nivel de deuda en los países europeos sigue siendo una de las mayores preocupaciones y se espera que dure varios años, lo que seguirá poniendo freno a los mercados bursátiles. Sin embargo, durante el cuarto trimestre se vio algo de luz al final del túnel de la crisis de deuda en la eurozona, lo que se reflejó favorablemente en los mercados y también en el modelo de Ecofondo, la estrategia de elEconomista y Morningstar que busca batir la rentabilidad del Stoxx 600 a partir de una cartera de siete fondos paneuropeos. De hecho, Ecofondo tuvo una rentabilidad del 9,2% durante el trimestre, superando a su índice de referencia, el Stoxx Europe 600, por 62 puntos básicos.
Funciona el estilo 'growth'
Este exceso de rentabilidad frente a su índice de referencia en el cuarto trimestre fue motivado por un cambio en el estilo aplicado por los gestores subyacentes, tendencia que empezó a aplicarse a principios de 2011. Los gestores principales del modelo reposicionaron sus carteras hacia un sesgo de crecimiento el año pasado, y por ello la exposición a compañías growth (crecimiento) fue de un 44%, frente a un 32% de peso en su índice de referencia. Este movimiento favoreció al modelo, en términos direccionales. Mientras el índice MSCI Europe Value subió un 8% en el trimestre, la rentabilidad del índice de crecimiento fue aún más impresionante, anotándose un 9,8%. La modesta sobreponderación del fondo en Reino Unido, Alemania y Holanda también contribuyó a la rentabilidad relativa positiva.
Todos cumplen objetivos
Por otro lado, también fue positivo que la mayoría de los fondos subyacentes superaran a sus índices de referencia durante el último trimestre del año. Entre los más destacados estuvieron dos fondos que invierten en grandes compañías de estilo value (valor), el MFS Meridian Value y el Goldman Sachs CORE Equity Base, que superaron al índice MSCI Europe Value por 164 y 122 puntos básicos, respectivamente. El acertado movimiento del MFS Meridian Europe Value hacia un mayor sesgo de crecimiento, combinado con una solida selección de valores aportó cerca de la mitad de la rentabilidad superior del modelo. La estrategia del producto de Goldman Sachs aportó la mayoría de la otra mitad de rentabilidad gracias a su sobreponderación en el sector energético. El sector de energía fue uno de los sectores estrella en el cuarto trimestre de 2011, con una rentabilidad del 20,1%. En un mercado que premió a las grandes compañías frente a las pequeñas, el gestor del modelo dedicado a pequeñas compañías, Bestinver Internacional, se fue moviendo hacia compañías algo más grandes durante el año, lo cual dio otro impulso a la rentabilidad relativa del modelo. Este fondo tuvo una rentabilidad del 4,5% en el cuarto trimestre, mientras que el índice MSCI Europe Small Cap subió un 3,8% durante el mismo periodo. A lo largo del año, la cartera de Bestinver se comportó extremadamente bien, perdiendo sólo un 10% frente a una caída del 17,5% de dicho índice. Los gestores del Bestinver Internacional han ido aumentando nombres industriales, que en la actualidad componen cerca del 40% de los activos del fondo. Ese sector estuvo entre los más fuertes en el año, subiendo un 10,5% en el cuarto trimestre.
La cartera de Ecofondo está posicionada de forma conservadora. Con compañías del top 10 como British American Tobacco, Imperial Tobacco Group, Roche, Novo Nordisk y Bayer, los gestores de los fondos subyacentes muestran una preferencia por los valores defensivos. El sector salud y el de consumo básico suponen el 33% de la cartera, una significativa sobreponderación de 6,6% en relación a su índice. La cartera tiene compañías con sólidos balances y un ratio medio de endeudamiento de sólo un 35%.
Además, los gestores de Ecofondo continúan manteniendo su infraponderación en los países periféricos europeos, especialmente Grecia y Portugal, con un peso total del 6,8%, bastante por debajo del 9,8% del índice de referencia. Morningstar Associates Europe, que cuenta con 97,7 billones de euros en activos bajo gestión y asesoramiento en todo el mundo, es además la firma responsable de la construcción de la cartera, de la distribución estratégica de los activos, y de la selección de los gestores, y espera que la cartera mantenga su diversificación por capitalización de mercado, estilo, y sectores mediante una distribución de activos estratégica y la naturaleza flexible de los gestores que han sido seleccionados.
Otro trimestre complicado
En el cuarto trimestre de 2011 la economía mundial entró definitivamente en una fase de menor crecimiento y de relajación de la inflación. Todas las grandes economías del mundo están en estos momentos en proceso de desaceleración o contracción. En Estados Unidos el cuadro económico también apunta a un menor crecimiento durante la primera parte de 2012 y las probabilidades de recesión son altas, a pesar de recientes datos económicos que apuntan al signo contrario.
La zona euro es el claro epicentro del cambio de ciclo. Datos parciales apuntan a una caída inter-trimestral del PIB de entre el 0,25% y el 0,5% en el cuarto trimestre.
La austeridad fiscal, la reducción de la oferta de crédito bancario y la falta de confianza de consumidores y empresas prácticamente garantizan que la recesión se extenderá durante al menos dos trimestres más.
Igual que en 2011, en este año el escenario económico estará dominado por la crisis de deuda. La recesión en la eurozona ahondará a corto plazo el pozo de déficits y deuda pública de los países más débiles. Pero la evolución de la prima de riesgo soberana está a merced del Banco Central Europeo (BCE). El banco emisor no tiene los medios para las verdaderas raíces de la crisis, pero puede ganar tiempo mientras las necesarias reformas económicas e institucionales se ponen en marcha. Si el BCE anunciara que se compromete a apoyar el precio de la deuda soberana, la presión en los mercados cedería. Los inversores privados no pueden luchar contra un comprador con un balance infinito.
Los nuevos préstamos a tres años del BCE han parado los pies a una crisis de liquidez en el mercado interbancario, pero no garantizan que el crédito fluya hacia empresas y consumidores. Para empezar, los bancos tienen que mejorar sus ratios de capital, mandados por la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés). Con ese objetivo las instituciones de crédito van a reducir sus activos, lo cual restringe el crédito.
Además, cuando los bancos toman prestado del BCE deben aportar garantías. Éstas consisten en deuda soberana, deuda de corporaciones y préstamos concedidos. Si el rating de calidad de estas garantías se reduce -como es probable que pase en un contexto de deterioro fiscal y financiero- el BCE reclamará más garantías a los bancos deudores. Los bancos lo saben, por lo que se lo pensarán antes de dar préstamos.
A medio plazo, el mayor peligro de la austeridad fiscal es la reacción popular. Varios años seguidos de paro, recortes a los servicios públicos y subidas de impuestos podrían acabar con la paciencia de los ciudadanos y catapultar al poder a líderes políticos anti-Europa. El hecho de que la austeridad viene impuesta desde fuera amplifica la inquina hacia las instituciones europeas. Puestos a elegir entre ser miembros de la Unión Económica de la Miseria y una restaurada autodeterminación fiscal, es fácil ver cómo los votantes podrían dejarse convencer por candidatos populistas. Dejar la eurozona no le interesa ni a España ni a sus compañeros mediterráneos ni a Alemania. Pero los accidentes a veces ocurren.
Su caracter defensivo funciona
Ecofondo, la estrategia de 'el Economista' y Morningstar que busca batir la rentabilidad del Stoxx 600 a partir de una cartera de siete fondos paneuropeos, consiguió su objetivo también en 2011. Si bien cerró con pérdidas del 6,79%, la cifra fue inferior al 8,7% que retrocedió el índice al que busca batir. De esta manera Ecofondo demuestra que no sólo se comporta mejor que el índice cuando éste sube (en 2010 rebotó un 12,81 frente al 11,61% que se anotó el índice) sino que también pierde mejor que el selectivo cuando éste cae. En cuanto a la cartera, se mantienen los siete componentes de trimestres anteriores, con pesos que van desde el 5 al 17% (ver gráfico).