Isabel Saco
Ginebra, 21 feb (EFECOM).- UBS, uno de los bancos más afectados a escala mundial por la crisis de créditos hipotecarios en Estados Unidos, anunció hoy que su presidente, Marcel Ospel, solicitará la renovación de su mandato por un año más en la asamblea general ordinaria que celebrará esa entidad el próximo 23 de abril.
A este anuncio se sumó el de la promoción de Sergio Marchionne, consejero delegado del consorcio automovilístico italiano Fiat, a vicepresidente no ejecutivo del Consejo de Administración de UBS.
Si la asamblea general avala la continuidad de Ospel al frente de la entidad y el nuevo puesto ofrecido a Marchionne, la presidencia del Consejo de Administración del banco helvético quedaría constituida por ambos y el vicepresidente ejecutivo Sthephan Haeringer.
Marchionne es reconocido por su experiencia en el restablecimiento de empresas sacudidas por alguna crisis, tal como lo hizo con Fiat y con la firma suiza de inspección y certificación SGS.
El ejecutivo forma parte del Consejo de Administración de UBS desde hace un año.
"Este reforzamiento del equipo de dirección permitirá a UBS afrontar los desafíos ante los que se encuentra actualmente", señaló Ospel comentando la nominación de Marchionne.
Estos movimientos se producen en momentos en que el banco enfrenta una crisis de credibilidad debido a la pérdida de 4.400 millones de euros que sufrió en 2007, consecuencia de su fuerte exposición en el mercado de créditos hipotecarios de alto riesgo en EEUU.
Esa situación, además de las pérdidas, obligó a su división de banca de negocios a depreciar sus activos en más de 21.000 millones de francos.
Tras ese descalabro financiero, la figura de Ospel ha polarizado las opiniones, entre aquellos que defienden su permanencia al frente del banco y aquellos que reclaman su partida.
En estas circunstancias, la decisión de proponer una renovación de su mandato por un año más alimenta la polémica, al tiempo que desmiente los rumores de que Ospel más bien preparaba su solicitud de dimisión.
Sus defensores recuerdan que durante su gestión como presidente del Consejo de Administración, UBS se ha posicionado como la entidad más importante en la gestión de fortunas a nivel mundial, mientras que las actividades de su banca de inversión han dado cada vez mejores resultados.
En 2007, Marcel Ospel fue elegido, por tercer año consecutivo, el mejor administrador de Suiza por expertos en finanzas -algunos de los que seguramente ahora no verían mal su retiro- por la sostenibilidad de su gestión y su estrategia.
Sin embargo, aún si el presidente de UBS es confirmado en su puesto, probablemente no permanecerá mucho tiempo más, ya que los propietarios del banco, reunidos en la asamblea general del 23 de abril, deberán pronunciarse sobre la limitación a un año -en lugar de tres- de las actividades de los administradores.
Así, a partir de 2010, como muy tarde, todos los miembros del Consejo de Administración deberán ser confirmados cada año.
Antes de adoptar esas decisiones, los accionistas deberán tomar decisiones más urgentes en una asamblea general extraordinaria a la que han sido convocados en una semana.
Esa reunión girará particularmente en torno a la recapitalización del banco por un importe de 19.400 millones de francos, de los que 13.000 millones corresponden al fondo soberano de Singapur GIC y el resto a un inversor de Oriente Medio que a puesto como condición el anonimato. EFECOM
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