BARCELONA (Reuters) - Caixabank, producto de la reorganización del grupo La Caixa, anunció el viernes un descenso del 13,1 por ciento a 1.053 millones de euros en el beneficio neto de 2011 debido al incremento de las provisiones para afrontar el deterioro de la calidad crediticia y la caída de la actividad bancaria.
Analistas habían previsto un beneficio neto de 1.056,8 millones de euros, según un sondeo de Reuters entre siete casas de análisis.
"Son resultados francamente positivos que han permitido un gran volumen de saneamiento gracias a la generación (de recursos) que han permitido reforzar el core capital", destacó en una rueda de prensa en Barcelona su presidente Isidre Fainé.
De hecho, directivos de la entidad destacaron que en la actualidad su capacidad de generación orgánica de ingresos les había permitido cubrir los 630 millones de euros identificados por Autoridad Bancaria Europea (EBA) para alcanzar un core capital del 9 por ciento.
CAIXABANK (CABK.MC)concluyó 2011 con un ratio de core capital en términos de Basilea II (diferente a criterios de la EBA que tienen en cuenta depreciación de deuda soberana) del 12,5 por ciento en comparación con el 8,9 por ciento de 2011.
El grupo aplicó unas dotaciones por 2.413 millones y otros saneamientos extraordinarios por 706 millones. Su colchón contra insolvencias quedó al cierre del año en 5.475 millones de euros, un 13,5 inferior al de 2010, de los cuales 3.910 millones fueron provisiones específicas y 1.835 millones genéricas.
El aumento de las provisiones se produce en un momento en el que el Gobierno ha planteado de manera oficiosa provisiones de 50.000 millones de euros al conjunto de la banca para sanear sus carteras inmobiliarias, elevando del 30 al 50 ó incluso al 60 por ciento las coberturas del valor de estos activos para recuperar la confianza en el sector.
En tanto, Caixabank vio reducido su margen de intereses en un 7,3 por ciento hasta 3.170 millones de euros, frente a previsiones de analistas de 3.121,3 millones de euros.
Para el año en curso, el grupo catalán espera un crecimiento en este apartado de su cuenta de resultados gracias a factores como la financiación del Banco Central Europeo, una mejora de los diferenciales, una repreciación positiva de las hipotecas y una menor tensión en el precio de los depósitos.
Caixabank finalizó 2011 con una tasa de morosidad del 4,90 por ciento, frente al 4,65 por ciento al cierre de septiembre.
Según datos del Banco de España, la morosidad del sector financiero se situó en noviembre de 2011 en un 7,51 por ciento, el nivel más alto desde finales de 1994.