París, 20 feb (EFECOM).- Las investigaciones internas realizadas a raíz del descubrimiento de las operaciones no autorizadas de un operador de Société Générale (SG), que costaron al banco unos 4.900 millones de euros, no han constatado hasta ahora "ninguna prueba de desvío o de complicidad interna o externa", informó hoy la entidad.
Esta afirmación consta en el informe preliminar elaborado por el llamado "comité especial", al que el consejo de administración de SG nombró el pasado día 30 para vigilar la gestión de la crisis abierta por el descubrimiento de las operaciones arriesgadas y no autorizadas del operador de mercados del banco, Jerôeme Kerviel.
Al mismo tiempo, el comité recalca "la ausencia de ciertos controles que no estaban previstos y que habrían sido susceptibles de identificar el fraude" antes de que se descubriera el pasado 18 de enero.
"Las investigaciones prosiguen, especialmente sobre un perímetro más amplio que el de las actividades del autor del fraude", reza el documento.
El informe retoma las conclusiones de la auditoría interna realizada por la inspección general.
Según ésta, los controles previstos por las funciones de apoyo y control en su conjunto se efectuaron y se llevaron a cabo "conforme a los procedimientos", pero "no permitieron identificar el fraude antes del 18 de enero de 2008".
"La ausencia de identificación del fraude hasta esa fecha puede explicarse, por una parte, por la eficacia y la variedad de las técnicas de disimulo utilizadas por el defraudador, y, por otra, por el hecho de que los operadores no ahonden sistemáticamente en sus verificaciones", indica.
Pero también por "la ausencia de ciertos controles que no estaban previstos y que habrían sido susceptibles de identificar el fraude", recalca el informe.
La inspección general se abstiene de emitir conclusiones por ahora sobre la responsabilidad de la jerarquía del "autor del fraude, debido a la investigación judicial en curso que "no le ha permitido reunirse con el conjunto de los protagonistas".
Procesado por abuso de confianza, falsificación e intromisión en un sistema de tratamiento de datos informáticos, Kerviel, de 31 años, está en prisión preventiva. Su defensa ha recurrido ante el Supremo su encarcelamiento.
El pasado 24 de enero, la dirección de SG causó estupor en el mundo bancario y financiero al anunciar que el "fraude excepcional" del ahora ex operador le había costado unos 4.900 millones de euros, a los que se sumaban más de otros 2.000 millones en depreciaciones de activos por la crisis de las hipotecas basura en EEUU.
Dijo entonces que había tenido el primer atisbo del problema de Kerviel el 18 de enero y que durante los tres primeros días de la semana siguiente se había dedicado a cerrar las posiciones arriesgadas y no autorizadas que éste había tomado en el mercado y que llegaron a alcanzar los 50.000 millones de euros.
Mañana, jueves, el banco publicará sus resultados anuales para 2007, que, según cifras provisionales desveladas hace unas semanas, mostraban, a pesar de todo, un beneficio neto de 947 millones de euros.
El informe del comité especial, presidido por el ex patrón de PSA Peugeot Citroen Jean-Martin Folz, indica que, desde el descubrimiento del "fraude", se identificaron "debilidades" en el dispositivo de supervisión y control a las que era preciso aportar remedios sin tardanza.
Por tanto, se pusieron de inmediato en marcha planes de acción en el marco de un "proyecto estructurado" que abarcan el reforzamiento de la seguridad informática, de los controles y procedimientos de alerta, y de la organización y gobierno del dispositivo de prevención de los riesgos operacionales. EFECOM
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