Hemos tomado posiciones 'cortas' en precio (alcistas en rentabilidad) en el GILT, el bono británico a 10 años.
Tras algunas semanas de inactividad en renta fija (más allá del cierre de nuestra operativa sobre el bund), ayer realizamos un movimiento clave: hemos tomado posiciones cortas en precio (alcistas en rentabilidad) en el GILT, el bono británico a 10 años.
Hemos decidido invertir a la baja en él, igual que hacemos en el estadounidense a 10 años, porque es "uno de los pocos bonos que ha marcado mínimos decrecientes en rentabilidad hasta llegar a la psicológica zona del 2 por ciento" y "parece haber visto frustradas sus inercias alcistas en precio tras una potente vuelta semanal que sirve además para que se configure un claro doble suelo sobre la zona de soporte decreciente, que ha separado en todo momento al GILT de una situación de subida libre", explica Carlos Doblado, jefe de estrategia de Ágora Asesores Financieros.
Pero operar con deuda no es sencillo. Generalmente los productos que se pueden utilizar, además de comprar el propio título, no suelen ser demasiado abundantes cuando hablamos de bonos más allá del T-Notes estadounidense o el bund germano, las grandes referencias de este mercado. Si encima lo que queremos es invertir a la baja, hay que tener en cuenta que las opciones se reducen todavía más.
Así, no es extraño que resulte difícil replicar algunas de nuestras operativas, como los cortos en el GILT. Muchas veces la única opción es comprar productos sofisticados como los futuros o Contratos por Diferencias (CFD).
En este caso concreto, con IG Markets a partir de 10 libras se puede operar a la baja utilizando CFD en bonos británicos a 10 años. Sin embargo, hay que tener en cuenta que este tipo de contratos conllevan un cierto apalancamiento, con los que siempre se compromete una cantidad mayor de la que se invierte a priori. Así, con esta firma en realidad estaríamos poniendo en juego 1.050 libras esterlinas (lo que equivale a unos 1.250 euros).
Otros, como CMC Markets, ofrecen la posibilidad de ponerse corto a partir de una sola libra. Pero, con esta casa, cada penique invertido compromete una libra, así que en realidad habría que estar dispuesto a desembolsar 1.000 libras si las cosas no salen como esperábamos.
Desde Ecotrader no recomendamos operar apalancados cuando se pueda evitar, por lo tanto siempre intentamos encontrar otras vías más allá de productos como los futuros o los contratos por diferencias, para que los usuarios puedan replicar nuestras operativas sea cual sea su perfil de riesgo. El problema es que hay veces que la oferta no es muy amplia. Y esta estrategia es un buen ejemplo de ello.
No hay ningún fondo de inversión disponible para el inversor minoritario que permita ponerse corto en GILTS. Y si buscamos un fondo cotizado (ETF), sólo hay un producto que lo hace.
Se trata del db x-trackers II UK GILTS Short Daily 1C, cotizado en el mercado londinense. Este fondo, que en lo que va de año ha comenzado con buen pie y avanza casi un 1,5%, tiene a su favor que no es apalancado. Sin embargo, en contra tiene lo que tiene cualquier forma de operar en una moneda distinta del euro: el riesgo divisa.
Por tanto, hay que saber que operar a la baja en GILTS requiere una protección adicional, que puede ser utilizar CFD para ponerse alcista en el euro en su cruce con la libra. La pescadilla que se muerde la cola.