Los países de economías emergentes han recaudado 11.500 millones de dólares en los mercados globales de bonos desde inicios de año, casi un quinto del volumen total que se preveía para el 2012, según JPMorgan.
El reciente repunte en el apetito por el riesgo ha permitido que países como Turquía o México salgan a los mercados, manteniendo los volúmenes de ventas de bonos en línea con las tendencias anteriores.
JPMorgan, que posee los índices de deuda emergente más usados del mundo, apunta que las cifras de los últimos 10 años muestran que el promedio de emisiones de enero equivale al 18% del volumen total anual.
Los nuevos bonos de este año han venido de Indonesia, Filipinas, Brasil, Colombia, México, Sudáfrica, Polonia y Turquía, con un apetito por las colocaciones extraordinariamente fuerte pese a las preocupaciones por la crisis de deuda europea y una potencial moratoria griega. Un bono filipino de 1.500 millones de dólares este mes recibió una enorme demanda de 12.500 millones de dólares.