Lo han dicho todos los analistas en sus previsiones para 2012: por valoraciones, la bolsa europea es atractiva. El problema era que la cascada de malas noticias en torno a la eurozona impedía que los inversores vieran más allá. Es por ello que ayer la ausencia de malas noticias, unido a unos primeros buenos resultados empresariales (comenzó la temporada la noche del lunes con las cuentas de Alcoa), justificaron una nueva sesión de rebote en las bolsas, tanto en el Viejo Continente como en Wall Street, así como cierta relajación en lo que al mercado de renta fija se refiere.
El índice italiano fue el que más agradeció el regreso de los alcistas. Se anotó una rentabilidad del 3,08%, gracias al impulso que protagonizaron en bolsa los bancos italianos, con alzas superiores al 6%.
Sin embargo, este tirón no fue suficiente como para que el selectivo transalpino consiguiera cambiar las pérdidas por ganancias en el conjunto del año. De hecho, el Ftse Mib es, junto con el Ibex 35, el único que permanece en negativo en lo que llevamos de ejercicio. No obstante, también el índice español se llevó ayer una alegría. El fuerte rebote experimentado por Santander, que cerró con una subida del 5,42%, o de BBVA, que repuntó un 5,08% permitió al Ibex despedir la sesión con un alza del 2,34%, hasta los 8.472 puntos. "Parece que lo peor puede estar descontado, y los mercados deberían reaccionar con subidas a las sorpresas positivas y no se deberían perder los soportes claves con las noticias negativas", afirma Miguel Paz, de Unicorp.
Adiós al 5,5%
Además, ambos mercados disfrutaron de una cierta distensión en su mercado de deuda. Las compras de deuda pública tanto en España como en Italia permitieron que la rentabilidad del bono español, que cae cuando sube su precio, retrocediera del 5,56 al 5,48% y que, por tanto, la prima de riesgo con respecto al bono alemán se estrechara hasta los 360 puntos básicos. Por su parte, el rendimiento del bono italiano se relajó del 7,15 al 7,11%, lo que dejó su diferencial con respecto al bund en los 523 puntos básicos.
En ello mucho tuvo que ver la ausencia de malas noticias en torno a la eurozona, que justificaron el rebote del sector financiero y, por ende, del resto de títulos, y también la apertura alcista de Wall Street al calor de los resultados la noche anterior, con el mercado ya cerrado, de la empresa de aluminio Alcoa, que batió las expectativas de los analistas. No sucedió lo mismo con muchas europeas ya que Philips rebajó sus estimaciones de beneficio para 2012 y la alemana Siemens advirtió que sus previsiones de beneficio para este ejercicio son muy ambiciosas.
No obstante, a diferencia de anteriores ocasiones, este rally no fue acompañado de una subida del dólar. El euro consiguió apreciarse levemente y por segunda sesión consecutiva frente al billete verde, hasta los 1,2784 dólares.