Bolsa, mercados y cotizaciones

Siga de cerca los fondos de bolsa japonesa ante su posible reacción

Algo cambió ayer en el ambiente de pesimismo que envuelve al mercado japonés desde hace tiempo. Cuando los analistas esperaban que el dato definitivo de crecimiento económico se situara en el 1,7 por ciento, el PIB se disparó hasta el 3,7 por ciento. El acontecimiento se celebró en la bolsa con unos fuegos artificiales de los que sólo se disparan en las grandes ocasiones.

El índice Nikkei, la referencia de esta bolsa, subió un 4,3 por ciento, la cifra más alta desde marzo de 2002. ¿Hay que seguir con los cohetes? "Un dato aislado no prueba nada", afirma Sasha Evers, director general en España de la gestora BNY Mellon Global Investments.

Debilidad japonesa

En su opinión, sin embargo, el mercado nipón cuenta con unas valoraciones "extremadamente atractivas en comparación con la renta fija del país". Es la consecuencia del mal comportamiento que ha registrado esta bolsa, una de las peores en los últimos años entre los grandes mercados desarrollados. No obstante, el Nikkei retrocede un 25 por ciento desde los máximos de 2007.

Esta debilidad también se ha trasladado, como es lógico, a los fondos de inversión de bolsa nipona. Los de mayor capitalización retroceden de media un 27 por ciento a doce meses (con datos a 12 y 13 de enero en la mayoría de los fondos, sin contar el rebote de ayer), mientras que los de pequeñas y medianas empresas ceden la lastimosa cifra del 35,6 por ciento, según datos de la consultora Morningstar. "Muchos fondos han sufrido fuertes reembolsos y se han visto obligados a vender", como explica Nathan Gibbs, gestor del Japanese Equity Fund de Schroders. En su opinión, son estas ventas forzosas y la inestabilidad de los mercados lo que explican que "muchas compañías coticen en precios insosteniblemente bajos", afirma. "Estamos seguros de que las acciones que seguimos ahora cotizarán a precios bastante más altos dentro de 12 meses. La fuerte volatilidad a corto está obstruyendo una excelente oportunidad a medio plazo", asegura.

En la categoría, el fondo que mejor resiste el castigo del último año es el SGAM AI Equisys Japan, un producto de gestión alternativa para inversores institucionales -de hecho, suele ser uno de los de bolsa nipona elegidos por las cestas de fondos- de Société Générale.

Entre los accesibles a particulares, aunque no lo ha hecho muy bien en el último año, con unas pérdidas cercanas al 30 por ciento, figura el UBAM Japan Equity, que la gestora nipona IDFC gestiona para el banco suizo UBP. Es el único que cuenta con una nota de calidad en la gestión de AAA, la más alta que otorga S&P.

Entre los de mejor relación entre rentabilidad y riesgo a largo plazo destaca el Callander Japan New Growth, que cuenta con cinco estrellas de Morningstar, y ha sido de los que mejor ha resistido la caída.

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