Bolsa, mercados y cotizaciones

El euro regresa a niveles de hace 15 meses

Pocos son los días cotizados de 2012, pero ya han sido suficientes para dar más de un susto. La inestabilidad del sector financiero ha vuelto a poner en jaque a la mayoría de las bolsas de la eurozona con la salvedad de la alemana, que ha cerrado con un alza semanal del 2,7 por ciento. Con el termómetro del riesgo disparado tras la falta de confianza que existe entre los bancos para prestarse dinero, el euro marcó mínimos desde septiembre de 2010 en su cambio con el billete verde al caer en la semana un 2 por ciento, hasta los 1,27 dólares.

Las declaraciones del actual ministro de Economía, Luis de Guindos, al Financial Times asegurando que la banca debería provisionar otros 50.000 millones de euros revolucionó a un sector, ya de por sí en el punto de mira de los bajistas por la crisis de deuda soberana. Sabadell, Santander, Mediaset y BBVA fueron, con sus caídas semanales de más del 6,5 por ciento, los valores que más penalizaron a un Ibex que despidió la primera semana del año en los 8.289 puntos tras ceder un 3,24 por ciento. La nota positiva de la semana la dio sin lugar a dudas su nuevo integrante, Dia, que debutó en el indicador como el valor más alcista al repuntar un 7 por ciento, seguido de las subidas de más del 4 por ciento que experimentaron las dos acereras españolas, Arcelor y Acerinox.

Las tensiones en el sistema financiero y los rumores de posibles ampliaciones de capital sobrepasaron, una vez más, nuestras fronteras. El mercado italiano cerró con números rojos de 2,9 por ciento lastrado principalmente por las caídas de doble dígito de Unicredit, Banca Popolare de Milano, Banco Popolare e Intesa. Las pérdidas ascendieron al 38 por ciento en el caso de Unicredit después de comunicar que realizará la ampliación de capital por valor de 7.500 millones con un descuento del 43 por ciento. Fue la caída más pronunciada del EuroStoxx 50, seguida de los descensos de Intesa, Société y Deutsche Bank. Y es que el alemán fue, en esta ocasión, el blanco en el que se centraron los rumores (no confirmados) de posibles ampliaciones de capital con el objetivo de recapitalizarse.

Nada quedó indiferente en el mercado de deuda. La prima de riesgo española, medida como la diferencia entre el bono español y el alemán a diez años, se resintió y escaló casi 60 puntos básicos durante la semana, hasta cerrar en los 385 puntos, su nivel más alto desde el pasado 30 de noviembre. No ocurrió lo mismo, sin embargo, con la deuda italiana. Es cierto que la rentabilidad del bono transalpino continuó por encima del 7 por ciento, pero se mantuvo en este nivel sin elevar el termómetro del riesgo país. Así, lo que ocurrió es que se estrechó la brecha entre el interés exigido a la deuda española e italiana. Mientras que al cierre del año esta diferencia era de más de 200 puntos básicos -ó 2 puntos porcentuales-, ayer se quedó en 142 puntos básicos. Aunque fue Hungría la gran protagonista, a la que ya se ve como la próxima economía europea a la que rescatar.

Los Reyes vinieron con mucho petróleo

Ni oro, ni incienso, ni mirra. Aparte de la sobreventa de los bancos, la semana estuvo marcada por las tensiones en el petróleo como consecuencia de la amenaza de Irán de cerrar el estrecho de Ormuz tras las sanciones impuestas por la Unión Europea para paralizar el programa nuclear del país asiático.

El barril Brent, de referencia en Europa, cerró la semana en los 112,59 dólares al apuntarse una subida semanal del 4,85 por ciento. Precisamente, el doble de lo que repuntó el petróleo de Estados Unidos, el West Texas, cuyo precio se elevó un 2,3 por ciento hasta los 101,20 dólares provocando que la brecha entre ambos supere los 10 dólares.

La subida del precio del petróleo en Europa, la mayor desde septiembre, se produjo después de que Arabia Saudí se comprometiera a abastecer al mercado cubriendo todas las carencias en petróleo, ya que un corte del oro negro podría suponer una amenaza para el crecimiento económico internacional. Y es que China, que también decidió prorrogar en febrero el recorte a la mitad de la importación del petróleo, y la Unión Europea son los dos grandes mercados de Irán.

Por su parte, el oro también fue objeto de compras. Los inversores acudieron en esta semana festiva al metal precioso hasta elevar el precio de la onza a los 1.618 dólares al acumular tres de las cuatro jornadas en positivo. Un precio que supone un incremento del 3,2 por ciento con respecto al precio que alcanzó en la última jornada de 2011.

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