No es la primera vez que decimos que es más recomendable seguir una estrategia de fuertes que de débiles cuando se elige un título. Así que vamos a hablar de cómo apostar por la primera, es decir, por la bolsa alemana.
Aunque el parqué alemán no ha podido escapar al miedo a que un posible contagio de la crisis (la hipotética ruptura del euro desde luego que la dañaría) en un entorno de reconstrucción alcista del mercado europeo -que se sostendrá en la medida en que vayan cerrándose las grietas de la crisis de la zona euro- tiene mucho que ganar. Porque ofrece descuento con menor riesgo y porque su economía está más fuerte de lo esperado.
No cayó en recesión en el tercer trimestre, la caída del euro puede ser un aliado para sus exportadoras y, con una evolución del empleo mejor de la esperada puede dar sorpresas teniendo en cuenta que el BCE también le está bajando los tipos de interés.
Buenas expectativas
Un contexto que la semana pasada nos dejó un índice IFO de confianza empresarial que batió en diciembre las previsiones. Y un mejor clima es posible que todavía no esté recogido en las valoraciones de los analistas.
Aunque el Dax cotiza con un fuerte descuento sobre su media histórica, la valoración ya ha comenzado a repuntar ligeramente, pero sigue cayendo la previsión de crecimiento de beneficios. Es probable que el mercado esté poniendo en precio un entorno más positivo, pero los analistas no lo están teniendo en cuenta en sus valoraciones aún. Algo que, si empiezan a tener en cuenta, puede romper la tendencia a peor en revisiones de resultados. Y si eso sucede (es probable que sean las propias empresas las que lo provoquen con resultados) podría ser en un reclamo para el dinero.
De momento, de forma individual las revisiones de estimaciones que están sufriendo las empresas del Dax no van a mejor. De media la estimación de beneficio por acción para 2012 cae un 1,2% en el último mes para las compañías del Dax. Las revisiones a mejor sólo se las llevan Deustche Telekom, Volkswagen y Fresenius.