La inocentada bajista sufrida ayer en los mercados financieros alcanzó a las materias primas. El impacto más relevante lo sufrió el oro, puesto que la onza del metal precioso bajó un 1,9%, hasta los 1.563 dólares, con lo que se situó en su precio más bajo desde julio.
Prosiguió así la corrección en la que está inmersa desde septiembre, momento en el que llegó a tocar los 1.900 dólares. Eso sí, pese al desinflamiento de su cotización, el oro va a cerrar su undécimo año alcista consecutivo, puesto que en 2011 aún acumula una subida del 10%.
El descenso de ayer estuvo motivado por la dosis de desconfianza que se apoderó por la tarde de los inversores y, al mismo tiempo, por las nuevas restricciones impuestas por China para que sólo la plataforma de Shanghai pueda negociar la compra-venta de oro en el país y evitar así la comercialización ilegal de la materia prima.
Menos presión en Irán
Las dudas también hicieron mella en el petróleo. El barril Brent, de referencia en Europa, cedió un 1,5%, hasta los 107,6 dólares, mientras que el WTI, el más importante de EEUU, bajó un 1,7%, hasta los 99,6 dólares. Junto al tono bajista general, sobre la cotización del crudo se dejó notar el mensaje lanzado por las autoridades norteamericanas, que afirmaron que no permitirán que Irán bloquee el estrecho de Ormuz. El martes, el gobierno iraní amenazó con paralizar la actividad en este punto geoestratégico, por el que circula 1 de cada 6 barriles de crudo que se producen en el mundo.