La bola de cristal que por estas fechas rescatan los analistas y gestores de sus abarrotados escritorios, muchas veces a petición de los periodistas, está hoy más enturbiada que el año pasado. Todo apunta a una recuperación de la bolsa.
No en vano, el abaratamiento de los mercados nunca han sido tan atractivo ?el PER (número de veces en que el beneficio está contenido en el precio de la acción) del Eurostoxx 50 es de 8,6 veces frente a una media histórica de 15 veces?, las rentabilidades que ofrecen muchas compañías por dividendo superan los dos dígitos en muchas ocasiones y, pese a que el entorno económico apunta a una recesión segura enEuropa y no descartable en EEUU, todavía se espera que los beneficios empresariales mantengan su escalada alcista para 2012.
Sin embargo, también a finales de 2010 se defendía que en 2011 la bolsa sería la clara ganadora y, a falta de 5 sesiones, sólo el mercado de EEUU se salva de cerrar el ejercicio en números rojos.
No contaban entonces los analistas con la posibilidad de que los inversores sólo atendieran a criterios políticos a la hora de configurar su cartera de inversión y quizá por eso, ahora las recomendaciones de la mayoría de analistas pasan por evitar la eurozona, hasta que se empiece a ver el final del túnel de esta crisis de deuda que dura ya dos años.
Con todo, la bolsa, concentrada en EEUU y mercados emergentes, sigue siendo el activo que despierta más pasiones entre los analistas de fondos, quienes también defienden el potencial que sigue ofreciendo la renta fija, en su variante corporativa.
Analizados los mercados, para saber dónde estar en 2012 queda conocer el cómo acceder a ellos y a este respecto siete, tres de renta variable y cuatro de renta fija, han sido los fondos que se han colocado en la cartera recomendada de elEconomista, elaborada a partir de las recomendaciones más repetidas de las realizadas por los analistas independientes de fondos de inversión.
Todos los expertos avisan: quien no esté dispuesto a asumir volatilidad a la hora de invertir en bolsa, absténgase de entrar en el mercado.
"Creemos que en la primera parte del año continuaremos viendo volatilidad en los mercados", afirman en Renta 4. "Parece que 2012 será un año en el que la volatilidad seguirá presente y en el que seguiremos haciendo frente a tres problemas: Europa, EEUU y la ralentización de los emergentes", apunta Ángel de Molina, director de inversiones de Tressis.
Poca Europa en las carteras
Si aun así, es usted uno de esos inversores moderados que está dispuesto a asumir el riesgo a cambio de aprovechar las gangas que ofrece la bolsa, quizá deba anotarse el nombre de Amundi International Sicav. Este fondo mixto aparece en las recomendaciones de cuatro de las seis firmas de análisis que han elaborado su cartera de fondos recomendadas para 2012. En la actualidad tiene la mayor parte de su cartera invertida en renta variable (77 por ciento), principalmente en compañías que cotizan en EEUU, lo que no le impide tener liquidez suficiente como para aprovechar las nuevas oportunidades que puedan surgir si el mercado se tranquiliza ya que invierte un 14 por ciento de su cartera en liquidez. De hecho, sus principales inversiones no están ni mucho menos en bolsa. Según Morningstar, son el ETF SPDR Gold Shares, cuyo principal accionista es el gestor de hedge funds Jonh Paulson, así como la deuda pública estadounidense, uno de los refugios estrella este año, los dos activos que ocupan las mayores posiciones de su cartera. No es extraño que en un año tan fatídico como éste pierda sólo un 2 por ciento o que en los últimos tres años (de crisis) consiga una rentabilidad anualizada del 11 por ciento.
Los otros dos fondos de bolsa que más se repiten en las carteras recomendadas por los expertos invierten en los dos mercados que más pueden aprovecharse de un rally bursátil, EEUU y los emergentes: Robeco US Premium Equities y Aberdeen Emerging Markets. Ambos fondos figuraban también entre las grandes apuestas de los analistas de fondos para 2011 y quien optara por seguir estas recomendaciones no se ha equivocado. Ambos están en los primeros cuartiles de sus respectivas categorías en 2011 y se sitúan, además, entre los cinco primeros por rentabilidad de cada categoría a medio plazo, con rentabilidades del 14 y 26 por ciento.
Sin embargo, si es de esos inversores que no está dispuesto a subirse en la montaña rusa en la que se ha convertido la bolsa en los últimos meses, quizá le convenga anotarse mejor en su lista de fondos donde invertir en 2012 los siguientes productos: M&G Optimal Income, Gesconsult Corto Plazo, Templeton Global Bond, Carmignac Securité, Pimco Global Investment Grade Credit Eur Hedged. La elección de uno u otro dependerá del riesgo que se quiera asumir y del tipo de activo en el que quiera invertir y aquí hay dos opciones: renta fija pública o privada. "Nuestra cartera tendría un alto componente de bonos de empresas españolas sólidas, solventes y bien diversificadas internacionalmente", defiende Víctor Alvargonzález, consejero delegado de Profim.
Richard Woolnought, gestor de M&G Optimal Income, el fondo de renta fija que más repite en las carteras recomendadas (lo hace en tres de seis), opta, sin embargo, por combinar la inversión en deuda pública, a la que destina el 16,8 por ciento de su cartera, con la que realiza en renta fija corporativa. Sin embargo, es esta última la que copa la mayor parte de sus posiciones, principalmente aquellas emisiones realizadas por compañías británicas, menos expuestas a la crisis de la eurozona, como BAT o Imperial Tobacco o francesas como Pernord Ricard, a la que le beneficia el hecho de recibir buena parte de sus ingresos de países emergentes. Esta estrategia le permite ganar un 5,9 por ciento en los últimos doce meses. No obstante, hay que tener en cuenta que la duración de su cartera es a largo plazo (invierte más del 65 por cierto de su cartera en emisiones con un plazo superior a los cinco años) por lo que, teniendo en cuenta la volatilidad actual del mercado de renta fija, quizá el inversor que no esté dispuesto a invertir a vencimiento deba reconsiderar su inversión en este fondo ya que de lo contrario, podría encontrarse con minusvalías más propias de la renta variable que de la renta fija.
Las letras se hacen un hueco
Si éste es su caso, quizá le convenga más fijarse en otro producto como Gesconsult Corto Plazo, el único español en el que coinciden al menos dos firmas de análisis de fondos. Es uno de los pocos monetarios que consigue hacer la competencia a los depósitos de alta rentabilidad gracias a que consigue en los últimos doce meses un rendimiento del 3,46 por ciento. "La clave es su flexibilidad, esto le ha permitido no cerrar ningún mes en negativo", explica Sonia Pérez Castro, directora comercial de Gesconsult, además de cerrar cada uno de los últimos seis años con rentabilidades positivas. De hecho, aunque empezó el año con el 90 por ciento de su cartera invertida en depósitos al calor de la guerra del pasivo, el armisticio que han firmado las entidades financieras a este respecto les ha hecho reducir la exposición de estos productos hasta el 58 por ciento, a cambio de aumentar el peso en letras del Tesoro o en "renta fija a corto plazo con alta calidad" y siempre con una volatilidad muy baja, de tan sólo el 0,17 por ciento en 2011.
No en vano, cada vez son más los gestores que defienden el atractivo que ofrecen en la actualidad las letras el Tesoro, sobre todo las españolas, al calor de una fuerte demanda que ha permitido al Tesoro pagar muchos menos intereses por colocar su deuda entre los inversores - sólo esta semana ha pagado por sus emisiones a tres y seis meses un 60 por ciento menos que en la anterior subasta de este tipo-. "Creemos que existen buenas oportunidades en especialmente en la deuda périférica con unos niveles muy atractivos y que la probabilidad de ver un default en ellos es muy reducida, por lo que destinaríamos alrededor del 15 por ciento de la cartera a esta inversión", afirman desde Renta 4. Y estas oportunidades a más corto plazo explican por ejemplo, el fuerte peso que Gestiohna destina a la la liquidez para aquellas carteras con plazo inferior a un año (ver gráfico).