Los bancos de inversión están bastante de acuerdo con lo que pueden ganar las grandes empresas de la zona euro el año que viene. Eso es un colchón para la bolsa.
La realidad es que, a pesar de que la bolsa ha sufrido fuertes vaivenes en los últimos días, los analistas no están planteando un verdadero debate sobre lo que pueden ganar las empresas el año que viene. De media, la diferencia actual entre la previsión más alta y la más baja que calcula un analista en lo que a beneficio por acción se refiere ronda el 74%, en el caso de las empresas del EuroStoxx 50.
Es una distancia no excesivamente grande, practicamente la misma que se planteaba el año pasado a estas alturas con los beneficios de 2011 y mucho mejor a la diferencia de más de un 100% que se planteaba a finales de 2009 y de 2008. Esa diferencia no tan fuerte para el próximo año, nos puede estar advirtiendo de dos cosas. Que los bancos de inversión todavía no saben en qué escenario macro se puede mover el mercado, o bien que tienen bastante clara la situación, y que no ven riesgos mayores de los que teníamos hace un año a que se produzca una vuelta atrás que impacte en los resultados.
Este último escenario lo que nos daría es una cierta estabilidad para unas subidas. Con unas estimaciones "sólidas" una compañía suele dar más confianza para tomar posiciones.
Dentro de EuroStoxx 50 son varias las que pueden presumir de que los analistas cuentan con mucha visibilidad sobre sus resultados futuros. Valores como L'Oreal, Air Liquide, y las españolas Iberdrola o Inditex, se colocan en cabeza del ranking de compañías en las que la diferencia entre la mejor y la peor previsión es menor. La historia es distinta, por ejemplo, en compañías como Nokia y otras.