Había mucha expectación y eso siempre se traduce en volatilidad, en lo que respecta a los mercados. Los analistas coincidían a la hora de defender que en la subasta de liquidez a tres años del BCE estaba la clave: si la cantidad superaba los 250.000 millones, sería muy bien interpretado por los inversores y si la cifra superaba los 350.000 millones, la única reacción de éstos debería ser alcista.
Pero los inversores no son tan predecibles como a priori pudieran parecer. Y pese a que el BCE subastó más de 400.000 millones, vendieron tanto acciones como bonos.
Así, el Ibex 35, que incluso llegó a subir más del 1,5 por ciento en los primeros compases de la sesión, despidió la jornada con caídas del 0,9 por ciento. Y la misma volatilidad se vio en el resto de índices (ver gráfico). Tampoco hizo acto de presencia la euforia que días atrás demostraron los inversores con las compras masivas de bonos de la periferia.
La incertidumbre relevó a esa euforia y las ventas volvieron a campar a sus anchas en el mercado de bonos, lo que impulsó su rentabilidad. La del español a diez años repuntó, tras seis sesiones consecutivas a la baja, hasta el 5,27 por ciento, y eso que marcó mínimos intradía en el 5,03 por ciento, lo que elevó la prima de riesgo con respecto al bono alemán hasta los 333 puntos, frente a los 311 del martes. Y la del italiano también hizo lo propio al escalar hasta los 485 puntos, después del rebote hasta el 6,78 por ciento experimentado por la deuda transalpina a diez años.
¿Está justificada la reacción de los inversores teniendo en cuenta que en los días anteriores habían valorado, con sus compras, muy positivamente la subasta del BCE? Sí. Primero, porque la reacción obedece al aforismo del "compra con el rumor, vende con la noticia". Segundo, porque la cantidad solicitada ha sido muy superior a la esperada, lo que vuelve a incidir en los problemas de liquidez de la banca europea. Y tercero, porque no hay que olvidar que el objetivo del BCE con esta subasta es dar liquidez a los bancos para que éstos lo trasladen a la economía. Y esta segunda parte del "acuerdo" no está nada clara. Sobre todo después de que el director general de la asociación de banca italiana, Giovanni Sabatini, dijera ayer que dadas las reglas actuales de la EBA (Asociación Bancaria Europea), lo normal sería que no sólo no compraran deuda italiana, sino que la vendieran.
Inventarios mínimos de crudo
La caída bursátil contrastó con el repunte del crudo - el West Texas avanzó un 1,5 por ciento, hasta los 98,7 dólares y el Brent lo hizo un 1 por ciento, hasta 107 dólares- tras conocerse que las reservas de crudo en EEUU bajaron 10,6 millones de barriles la semana, la cifra más alta desde 2001.