
La agencia de calificación ha colocado en vigilancia en negativa el rating de 8 grandes bancos españoles después de hacer lo propio el pasado 16 de diciembre con la calificación de 6 países de la Eurozona, incluido España. Además, ha mantenido ese status para otros dos.
En concreto, la situación de vigilancia negativa, que podría implicar una rebaja de calificación en breve, afecta a Santander, BBVA, Caixabank, La Caixa, Bankia, BBK, Caja Labrola, Unicaja, Banco Cooperativo Español y la CECA.
Todos ellos tiene actualmente una calificación de entre AA- y A, excepto Bankia, que tiene una A-.
La agencia explica que la vigilancia negativa refleja las mismas preocupaciones que sobre el rating de España, principalmente el profundo efecto adverso que está teniendo la crisis de la Eurozona en la estabilidad económica y financiera.
Además, Fitch opina que la presión sobre los beneficios, liquidez, financiación, calidad de activos y capitalización probablemente se va a incrementar más en un entorno cada vez más difícil y con los mercados financieros tensos.
La relación entre Estado y banca
La agencia recuerda que hay una relación entre la calidad crediticia de un país y la de su banca en todos los lugares, relación que se refuerza según se va debilitando la calificación del país. Como ejemplo, señala a la tenencia de bonos soberanos por parte de los bancos y el impacto del sentimiento de mercado sobre un país.
Además, las medidas de austeridad fiscal añaden presión a los clientes de los bancos, incrementando el riesgo de los activos de la banca y deteriorando suis beneficios. En este sentido, las preocupaciones sobre España son elevadas dados los problemas del sector inmobiliario al que la banca está expuesto en diferentes grados, reconoce la agencia.