Nuevos cambios en el mapa televisivo. Primero fue la fusión de Telecinco y Cuatro y ahora es la de Antena 3 con La Sexta. Estas dos operaciones devuelven al sector de la televisión a la casilla de salida, es decir, a la situación previa que existía antes de la concesión de las nuevas licencias allá en 2006 cuando las cadenas registraron beneficios históricos. ¿Avance o retroceso? Los expertos, a priori, consideran que la fusión de ambas cadenas es positiva.
A la saneada posición financiera de Antena 3 se unen las actuales condiciones del canje de la fusión, más atractivas que en 2009 cuando ambos canales empezaron las negociaciones. El actual intercambio accionarial favorece a Antena 3, que obtendría el 93 por ciento del nuevo grupo, frente al 77 por ciento que se barajaba hace dos años.
Optimismo, pero con cautela...
Los analistas coinciden: la operación es positiva para Antena 3. Positiva desde el punto de vista estratégico, ya que la fusión refuerza su posición para competir frente a Mediaset. Y positiva desde el punto de vista de la valoración, más atractiva que cuando se iniciaron los trámites. Sin embargo, no son las únicas circunstancias a tener en cuenta.
Algunos expertos recuerdan que La Sexta aún no ha publicado sus resultados de 2010, ni tampoco las cifras correspondientes a 2011. Hay que remontarse a 2009 para tener una referencia sobre sus cuentas. En ese año la cadena registró pérdidas de explotación de 70 millones de euros. Ante este hecho, la pregunta es qué se va a encontrar Antena 3. Y la respuesta es que la cadena del grupo Planeta tendrá que asumir una parte de la deuda de La Sexta, en torno a 100 millones de euros. Un hecho negativo a simple vista. Sin embargo, la contrapartida que recibirá a cambio es que Antena 3 tendrá acceso a créditos fiscales valorados en 500 millones de euros.
La segunda circunstancia que no hay que olvidar es la delicada situación que atraviesa el mercado de la publicidad, sin visos de mejorar el próximo año. Sólo un aumento de la población mejoraría su situación, ya que existiría una mayor audiencia a repartir entre las mismas cadenas. Pero en la actualidad, la debilidad que protagoniza la publicidad resta el atractivo que generan las sinergias. Un hecho que contemplan los expertos, que aunque consideran que la unión de ambos grupos les permitirá reducir algunos costes, no prevén un aumento de sus ganancias fruto de su unión ya que la situación que vive el mercado publicitario no va a mejorar a corto plazo con o sin fusiones. Ocurrirá algo similar a lo que pasó con la operación de Mediaset y Cuatro, en la que "no hubo grandes sinergias", apunta Ivan San Félix de Renta 4.
En la repercusión que puede tener esta operación para el ámbito publicitario también se ha manifestado la Asociación Española de Anunciantes (AEA) al advertir que la unión entre ambas televisiones "agravará la ya deteriorada competencia en el sector", ya que se pondría en manos de dos grupos de comunicación -Mediaset (TL5.MC) y Antena 3 (A3TV.MC)- el 85,6 por ciento de la inversión publicitaria en televisión, "con las nefastas consecuencias que cualquier falta de competencia aporta a un mercado".