No son ni una, ni dos, ni tres... sino hasta 13 las comunidades autónomas que disponen de un canal de televisión público en sus parrillas televisivas.
Sin embargo, este modelo podría tener fecha de caducidad con la llegada del nuevo Gobierno que, antes de las elecciones, ya dejó la puerta abierta a la privatización de los canales autonómicos para reducir el gasto público.
Si al final esto ocurre, las televisiones privadas saldrían fortalecidas en sus cuentas de resultados, y a la postre reforzarían sus dividendos que hoy son los más cuantiosos en metálico de la bolsa española por detrás de Telefónica y BME. La retribución de Antena 3 y Mediaset rinde más del 7% en 2011.
El modelo de televisión autonómica pública atraviesa por una delicada situación económica. La deuda que acumulan -1.390 millones de euros a cierre de 2010- y el elevado gasto que suponen a las arcas del Estado son algunos de sus lastres. No hay que olvidar que estas cadenas se financian a través de subvenciones públicas, que el año pasado fueron de 1.389 millones de euros, según el último informe de la consultora Delloite, encargado por Uteca, la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas de España.
Con las televisiones autonómicas en números rojos, no han tardado en aparecer las voces que piden un cambio. Las propuestas son variopintas: su privatización -sólo Cantabria, Castilla y León, Navarra y La Rioja cuentan con un canal regional privado- , la creación de un canal que las agrupe a todas, una reducción en sus presupuestos o, incluso, su cierre. Ésta última poco probable porque, entre otras cosas, la decisión última de echar el cierre definitivo a las televisiones autonómicas depende de sus respectivos gobiernos.
Sin embargo, aunque el mercado descarte esta opción, hay que resaltar que su desaparición tendría un gran impacto en las cuentas de resultados de las cadenas nacionales. En el hipotético caso de que sucediera, y "asumiendo que el 50% de su publicidad se traspasa al resto de televisiones, en los dos próximos años los ingresos de Telecinco y Antena 3 aumentarían un 5% y 4%, respectivamente. Aunque el impacto sería mucho mayor en ebitda [resultado antes de intereses, impuestos, cargos y amortizaciones], que en 2012 aumentaría un 35% para Telecinco y un 27% en Antena 3", según un informe realizado por Ahorro Coporación sobre el sector.
Sin embargo, aunque es pronto para conocer cual será el devenir de las teles regionales, el mercado también descarta su privatización por dos razones. La primera es la falta de compradores interesados en adquirir televisiones que en sus cuentas acumulan una importante cantidad de deuda. La segunda razón hay que buscarla en la complicada situación que atraviesan los mercados financieros este año, donde pocas OPV (Oferta Pública de Venta) han salido adelante. Esta iniciativa en otro contexto hubiera sido posible, pero en la actualidad ambos factores dificultan la operación.
Las teles nacionales ganan
Cierto es que estos escenarios son hipótesis, unas más probables que otras, a la espera de que el Gobierno tome una decisión en firme. Sin embargo, el debate que ha suscitado el futuro del modelo de televisión pública autonómica ha provocado que los analistas dejen de pegar tijeretazos a las estimaciones de beneficio de las privadas.
¿Casualidad? No. Con independencia de la decisión que se tome respecto al futuro de las regionales, los analistas ya descuentan que cualquier medida orientada a reducir sus gastos supondrá menor competencia para las teles nacionales -Antena 3 y Mediaset-, que podrán invertir en una parrilla de contenidos más atractiva que las autonómicas cuya audiencia podría bajar hasta el 9% el año que viene, frente al 13% que lograron en 2009.
Aun así, los expertos no contemplan un aumento de las ganancias de ambas cadenas en 2012, ya que el próximo año seguirá siendo negativo para el sector. El complicado entorno económico actual, en el que se busca la reducción del gasto público a través de medidas de austeridad, también afectará al mercado publicitario. Una circunstancia que pesará más en las cuentas de las teles nacionales que el beneficio que les puede reportar las medidas que se adopten para recortar el gasto que suponen las cadenas autonómicas.