Bill Gross lo tiene claro. Cree que Ben Bernanke, presidente de la Fed, acabará anunciando un nuevo programa de medidas cuantitativas (QE3). O eso al menos es lo que parece cuando uno analiza la nueva composición de la cartera de su fondo bandera, Pimco Total Return Bond.
Según el informe correspondiente al mes de noviembre, este gestor y presidente de la gestora Pimco, elevó del 38 al 43% el peso de los bonos en la cartera de su fondo Pimco Total Return Bond. Esto quiere decir que si en octubre tenía invertidos 91.900 millones de dólares en estos activos , ahora ha elevado esa cantidad hasta los 104.000 millones de dólares. Unos activos que no sólo están llamados a convertirse en el siguiente objetivo de las compras de deuda de la Fed si finalmente activa un QE3 sino que ya se beneficia del programa de recompra de bonos, conocido como Operación Twist, que contempla no sólo la reinversión de los intereses que genere su deuda a corto plazo en bonos a largo, sino también la reinversión de los mismos en bonos respaldados por hipotecas.
Además, también ha elevado su exposición a otros de los activos que se están viendo beneficiados por el programa de medidas cuantitativas, amén de la crisis de deuda soberana en Europa. Se trata de la deuda pública americana. Así, ha aumentado su peso hasta el 23% de su cartera frente al 19% anterior. Una estrategia que le habrá dado buen resultado ya que la rentabilidad del bono a 10 años de EEUU, que cae cuando sube el precio, ha pasado sólo en noviembre del 2,11 al 2,06%.
La duda es ¿qué ha vendido Gross para comprar deuda estadunidense? Principalmente deuda de los mercados emergentes, que ha pasado de ocupar el 15 por ciento de su cartera al 10 por ciento y también deuda de países desarrollados fuera ya de EEUU, cuyo peso ha caído del 22 al 20%.