Las reglas generales no valen ante circunstancias excepcionales. Esta es una máxima que el presidente del BCE, Mario Draghi, decidió aplicar ayer, ante lo que el euro respondió de forma negativa.
De hecho, la moneda única se depreció frente al resto de las principales divisas. Contra el billete verde llegó a sufrir un descenso del 0,9 por ciento que situó a la moneda común por debajo del nivel de los 1,33 dólares por euro. No obstante, tras el impacto inicial el euro se recompuso y moderó su descenso hasta el 0,6 por ciento que le devolvió a recuperar la cota perdida de los 1,33 dólares.
Una tónica similar manifestó el yen japonés, que pudo sacar pecho ante la moneda de la eurozona y ésta respondió con una depreciación del 1 por ciento hasta los 103,2 yenes. Un descenso que la moneda única logró aminorar hasta el 0,6 por ciento y estableció su cruce ante la moneda japonesa en los 103,5 yenes.
También sube la libra
Menos dura fue la corrección ante la libra esterlina, un 0,14 por ciento, hasta las 0,852 libras, después de que se redujera el diferencial entre los intereses de ambas zonas monetarias, ya que frente a la bajada del tipo de interés oficial del dinero por parte del BCE, del 1,25 al 1 por ciento, su homólogo británico mantuvo esa referencia en el 0,5 por ciento.