Los mercados esperaban una bajada de tipos de interés por parte de la entidad monetaria y un mensaje esperanzador que diera rienda suelta a una compra masiva de bonos. Sin embargo, el BCE no cumplió los deseos de todos. Devolvió los tipos al 1 por ciento, pero rechazó intervenir con más fuerza en el mercado de deuda pública al tratarse de compras "limitadas y temporales". Como, además, reconoció la posibilidad de que la economía se contraiga en 2012, la decepción fue total en los mercados. Este sentimiento se tradujo en unas primas de riesgo disparadas y en números rojos generalizados en las bolsas del Viejo Continente.
España vivió una jornada festiva, pero tras la decisión del BCE poco había que celebrar. Si bien es cierto que tomó medidas históricas para ayudar a la banca, la intervención de Mario Draghi rechazando rotundamente la compra masiva de deuda hizo repuntar el termómetro del riesgo desde los 336 puntos previos a la reunión a los 380 puntos básicos. Un cierre que supone un alza del 14 por ciento con respecto al día anterior, la mayor subida en una sesión desde mediados del mes de julio, que se produce una vez que los bonos españoles a diez años alcanzaron una rentabilidad del 5,8 por ciento. Esta intensificación del riesgo también se dejó notar en la bolsa, que cerró con pérdidas del 2,12 por ciento que llevaron al Ibex 35 hasta los 8.461 puntos. En esta ocasión, y a diferencia de lo que ocurría en otros mercados, los bancos no se situaban entre los valores más bajistas, pese a que BBVA y Bankinter cedieron un 3 por ciento.
La banca se hunde en la UE
El sector bancario tuvo ayer una jornada de citas de gran interés. Tras comunicar el BCE la política monetaria que iba a llevar a cabo y dejar abierta la posibilidad de entrar en recesión en 2012, algunas entidades italianas y francesas, principalmente, se desplomaran (ver gráfico) llevando al EuroStoxx 50 a protagonizar un descenso del 2,4 por ciento. Sin embargo, mayores caídas fueron las que sumaron el Ftse Mib italiano y el francés Cac 40 al dejarse un 4,29 y un 2,53 por ciento, respectivamente.
En estas caídas también influyó que la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en inglés) actualizaba ayer los requerimientos de capital de las entidades de la eurozona que formuló en octubre. ¿La conclusión? La Autoridad Europea elevó las necesidades de capital del conjunto de la zona euro desde los 106.447 a los 114.700 millones de euros.
Sin embargo, el castigo a la renta variable de la eurozona fue también secundado en el mercado de deuda, puesto que el diferencial italiano se elevó también un 14 por ciento, hasta los 444 puntos básicos, y la prima de riesgo francesa se disparó más de un 20 por ciento, hasta los 134 puntos básicos.