Arropada por el cálido susurro del Océano Pacífico y el aterciopelado golpe de sol que caracteriza al sur de California, la base de operaciones de Pacific Investments Management Co, más conocida como Pimco, se esconde entre el monstruoso centro comercial Fashion Island y la magnificencia del complejo financiero que caracteriza a esta área de Newport Beach.
Desde aquí, William Bill Gross, fundador de la gestora privada de bonos más grande del mundo, con más de 1,3 billones de dólares de activos en cartera, elucubra con una magnífica destreza las estrategias que caracterizan a su fondo Total Return Fund, el pilar que sustenta a la compañía.
Pocos metros más allá del 840 de Newport Drive, una marabunta de personas ejercitan frenéticamente sus tarjetas de crédito entre la euforia y el libertinaje desatado por las rebajas que marcan el comienzo de las navidades. Precisamente ese endeudamiento -el de los ciudadanos, las propias empresas, los municipios y el de los estados y gobiernos soberanos de todo el mundo- se perfila como la médula que nutre el motor de este enclave financiero. Y es que, para entender el funcionamiento de Pimco , fundada en 1971, es imprescindible tomar como referencia la deuda.
Renta fija, fuente de juventud
La renta fija es la fuente de la eterna juventud para muchos de sus clientes, especialmente cuando estamos hablando de fondos de pensiones -tanto públicos como privados- de gobiernos, bancos centrales y fundaciones, por nombrar algunos.
"Nuestros clientes pueden clasificarse en tres áreas distintas", explica a este periódico Douglas Hodge, director de operaciones de la compañía. "La primera, y realmente histórica para Pimco , son los grandes fondos de pensiones y las grandes fundaciones, donde muchos individuos mantienen sus ahorros con el fin de adquirir un margen de beneficio de manera responsable", apunta.
En segundo lugar estarían los individuos que directamente ponen en manos de la gestora parte de su riqueza para invertir en bonos o en cualquiera de los otros mercados en los que opera la compañía. "El tercer grupo está formado por bancos centrales y fondos soberanos de todo el mundo", continúa. "Éstos tienen responsabilidades y necesidades diferentes", matiza.
No muy lejos de la sala donde Hodge conversa con elEconomista se encuentra el centro neurálgico de la compañía: su sala de inversión. Allí, cerca de doscientos traders, en el más absoluto silencio, ejecutan las órdenes de compra y venta en nombre de la compañía y sus clientes.
En estos momentos, como bien señaló previamente a este periódico Mohamed El-Erian, consejero delegado, codirector financiero y mano derecha de Gross en Pimco , "los inversores deberían preocuparse por el capital invertido más que por la rentabilidad que podrían obtener de ese mismo capital".
"Los inversores deberían estar adoptando posiciones defensivas en general y sólo atacar de forma muy selectiva", añadió.
El desorden crea oportunidades
En un momento crítico para la supervivencia de la Unión Europea, Pimco ha sabido esquivar los peores baches que originaron esta situación. El pasado mes de junio, El-Erian dejó claro que la gestora vendió todos sus bonos griegos hace tiempo, mucho antes de la espantada de los acreedores helenos. "Como tal, no tenemos ninguna exposición directa a Grecia", señaló.
Las previsiones que maneja Pimco y que fueron filtradas a la prensa a través de la agencia Dow Jones Newswires, demuestran que, dadas la circunstancias, la perspectiva de un lento crecimiento a nivel mundial y la recesión en Europa han provocado que la gestora se centre en proteger las carteras de sus clientes contra el riesgo.
Saumil Parikh, un gerente de carteras en Pimco y miembro del comité de inversiones de la compañía, reconocía que, actualmente, la economía mundial "está llena de peligros", y la forma en que la zona del euro se relacione a nivel político y financiero con el resto del mundo "determinará si la transición será ordenada o desordenada".
"Lamentablemente, la falta de coordinación política apunta a un camino desordenado. Sin embargo, esto podría cambiar con facilidad, dependiendo de las decisiones políticas", aclaró.
Según algunos datos que se barajan desde Newport, la economía europea podría contraerse entre un 1 por ciento y un 0,5% en términos reales, con un significativo riesgo a la baja que tendrá implicaciones negativas para la economía global. EEUU y Reino Unido apenas crecerán entre un 0 y un 0,5%. En general, la tasa de crecimiento mundial ajustada a la inflación señala que la economía del planeta podría crecer entre un 1 y un 1,5% durante los próximos 12 a 18 meses.
Aún así, como deja claro Hodge, "cuando nos fijamos en las oportunidades de inversión hoy en día, el mundo ha cambiado rotundamente". "Las enormes cantidades de deuda que hay en el sistema financiero mundial crean riesgo, pero también oportunidades".
Desde su punto de vista, ahora estamos viendo los riesgos de desarrollarse en tiempo real pero las oportunidades también existen en este contexto. Un panorama con mayor volatilidad y un mundo con tipos de interés con un menor rendimiento demuestran que las respuestas para resolver las necesidades de los inversores también han cambiado. "En nuestra opinión es necesario contar con un conjunto completo de soluciones", reitera Hodge.
Gross indicó en un informe publicado la semana pasada que su estrategia preferida dentro del mercado de bonos se centra en localizar "las camisas menos sucias" dentro de los soberanos y señaló a Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Australia. "Debido a la disputa familiar en Eurolandia, los mercados financieros mantendrán un nivel bajo de retorno durante meses o años", indicó.
El futuro de PIMCO
No hay que olvidar que aunque tradicionalmente la deuda ha sido el centro de sus inversiones durante más de 40 años, Pimco ha ampliado su gama de productos, que incluyen desde fondos y ETFs en renta variable hasta activos inmobiliarios, divisas y otros sectores alternativos.
De hecho, la compañía continúa ampliando su plantilla, que supera ya los 1.976 empleados, y se centra en reforzar su posición en Europa, ganando aún más independencia de la aseguradora alemana Allianz, que absorbió Pimco hace once años.
La rumorología ha llegado a afirmar que la compañía podría haber tanteado ya la idea de divorciarse de su matriz. Sin embargo, desde la gestora dejan muy claro que no existe intención de hacerlo aunque la de Newport siga expandiendo sus operaciones.
De momento, Pimco asegura estar bien posicionada en este entorno ya que ha sido capaz de navegar por la crisis y la post-crisis, tras beneficiarse en gran parte del proceso de desapalancamiento vivido en el sector financiero, corporativo y gubernamental. Ahora debe enfrentarse a la incertidumbre que tiende a empujar a los inversores a buscar un puerto seguro. Y eso, precisamente, es lo que ofrece esta gestora, al menos así lo avalan sus 40 años de experiencia.