Siemens es una de las pocas compañías del EuroStoxx 50 que reparte un dividendo único en el año y la fecha del pago ya está muy cerca. Será el próximo 25 de enero cuando la alemana distribuya entre sus accionistas 3 euros por acción, tal como confirmó hace unas semanas en la presentación de los resultados de su año fiscal.
El grupo aseguró que se habían logrado los objetivos para 2011, lo que les permite entregar este importe, que se traduce en una rentabilidad única del 4 por ciento.
Este ejercicio finalizó a finales de septiembre para la multinacional, que salió airosa con un aumento en su beneficio neto de casi el 58 por ciento respecto al año anterior. Estas ganancias han sido históricas para la compañía que preside Peter Löscher, al superar incluso sus beneficios pre-crisis. La clave está en la diversificación de la alemana. Siemens está presente en más países que el propio Vaticano, que la FIFA y que el gigante Coca-Cola. Tal es su internacionalización que un tercio de sus ingresos ya proceden de países emergentes.
Sin embargo, las previsiones del consenso de mercado, recogido por FactSet, señalan que el grupo tendrá dificultades para mantener estos niveles de beneficio en 2012. Aunque Löscher aseguró que la compañía está "en muy buena posición para conseguir un crecimiento moderado de los ingresos en el ejercicio 2012", las estimaciones indican que habrá una ligera caída del 2 por ciento en su resultado neto. Así, aunque a partir de entonces sí que se prevén mejoras en sus cuentas, las expectativas de dividendo son más cautas para el futuro.
El importe que Siemens pagará en enero supone un incremento del 11 por ciento respecto al del año pasado, de 2,7 euros. Según Bloomberg, el aumento en la retribución podría quedarse en el 6 por ciento en los próximos dos años. Es decir, que por ahora se espera que el pago con las ganancias de 2012 sólo mejore hasta los 3,2 euros por acción.
Siemens, una de las empresas líderes de electrónica e ingeniería eléctrica, no es pese a este atractivo pago único una de las empresas que más destina a retribuir al accionista. Su política de retribución contempla que sólo se repartan entre un 30 y un 50 por ciento de sus ganancias -ahora entrega en torno a un 40 por ciento-.