Bolsa, mercados y cotizaciones

Sólo un punto de diferencia entre las Letras y el dividendo del Ibex

Fuera de juego. Así es como se ha quedado la banca después de que entre un nuevo competidor en la partida por captar el ahorro. En estos momentos, las entidades financieras no sólo compiten entre sí, también lo hacen con el Estado después de que el recrudecimiento de la crisis de deuda soberana sitúe a España en el punto de mira y el Tesoro se haya visto obligado a pagar el interés más alto de los últimos 14 años para colocar sus letras.

Con el bono a diez años en el 7%, y las letras a 12 y 18 meses en el 5%, no existe ningún depósito en el mercado, ni tampoco pagaré, que compita directamente con los rendimientos que ofrece la deuda pública a corto plazo. Sólo CaixaBank está en disposición de medirse con el Tesoro al ofrecer deuda subordinada a 5 años al 7,5%. Está teniendo tanto éxito en la colocación que está previsto que la semana que viene cierre la emisión por valor de 1.500 millones de euros. Pero el rival es fuerte, y no sólo bate a los instrumentos preferidos por la banca para lograr financiación minorista: el rendimiento que ofrecen las letras también se acerca progresivamente a la rentabilidad por dividendo que otorga el Ibex. Tan sólo existe ya un punto porcentual de diferencia entre ambos.

Sin embargo, el selectivo de la bolsa española siempre se ha caracterizado por ocupar las primeras posiciones en retribución al accionista. Una situación que continúa siendo así debido, en parte, al escenario actual de caídas que, ante la incertidumbre que suscita el futuro económico de la Unión Europea, ha propiciado que el rendimiento medio de los dividendos de las empresas españolas aumente en los últimos meses. Prueba de ello es que la rentabilidad por dividendo ofrecida por el índice ha pasado del 5,57 al 6,38% en los últimos cinco meses. Hay que recordar que este interés siempre ha batido al rendimiento que han ofrecido los depósitos y, casi como axioma, también al que ofrecían las letras. Una situación que está cercana a cambiar en la actualidad.

El alto precio que España se ha visto obligada a pagar para financiarse en las últimas subastas ha estrechado la diferencia entre el rendimiento que ofrecen los títulos del Tesoro y el índice en el último mes, hasta el punto de que sólo les separan 1,38 puntos porcentuales. Quizás no parezca demasiado en un primer momento, pero si echamos la vista atrás la diferencia es evidente. En julio, mientras el Estado seducía al ahorrador ofreciendo un 3,7% a un año, el Ibex casi duplicaba esta oferta con una retribución del 5,57%, es decir, casi dos puntos porcentuales más.

Los depósitos se acercan al 4%...

No importa la fortaleza del rival, la relevancia de los intereses que las entidades financieras tienen en juego, y principalmente la necesidad de lograr la financiación que los mercados les niegan, han propiciado la reacción de algunos bancos. Como es lógico, si el escenario actual resta atractivo a los depósitos, puesto que sus intereses son más bajos en comparación a los que ofrece el Estado, la única alternativa que le queda a la banca es mejorar sus ofertas e incrementar las rentabilidades de sus productos para no perder una importante fuente de financiación.

Una vez más, el primero en reaccionar ha sido Popular. Como otras veces, la entidad presidida por Ángel Ron ha llevado la iniciativa, entre la banca española, para adaptarse al nuevo mapa del ahorro. Con ello, el banco ha lanzado una nueva campaña a través del depósito Gasol a un año, que vuelve a comercializarse al 4%, sólo hasta el 30 de noviembre. Lógicamente, "una de las razones de esta campaña es poder competir con la rentabilidad que ofrecen las letras del Tesoro", apuntan fuentes cercanas a la entidad. Se trata de la misma acción que el banco realizó en septiembre, cuando durante ese mes ofreció el mismo interés que ha vuelto a establecer en la actualidad, frente al 3,1% anterior que fijó tras la entrada en vigor de la normativa del Gobierno que penaliza las altas rentabilidades.

Aunque Popular ha sido el primer banco en mover ficha con el aumento de la retribución de su depósito a 12 meses, es evidente que la necesidad de liquidez que existe entre la banca obligará a muchas entidades a seguir sus pasos para no quedarse fuera de juego en la batalla por lograr financiación. En el caso de Bankia, por ejemplo, el grupo mantendrá su actual oferta comercial a la espera de ver cuál es la reacción del resto de la banca, según apuntan fuentes de la entidad. Aunque aún habrá que esperar para ver más cambios, puesto que el resto aún no ha alterado su oferta comercial -a excepción de Cajastur y Barclays, que han elevado el rendimiento de sus depósitos-.

Quienes tampoco han alterado los intereses que brindan sus productos son las grandes entidades. Pese a que sus retribuciones se sitúan entre las menos atractivas, en la negociación individual con el cliente llegan a igualar las mejores ofertas de la competencia. No obstante, en el caso de Santander, fuentes próximas al banco aseguraron que "continuará dando prioridad a mantener su margen financiero, y a cerrar la emisión de pagarés", que están en el 3,75%, una rentabilidad muy por debajo de la que ofrece el Tesoro. Pero los depósitos no son los únicos que pierden la batalla frente a los títulos de deuda pública. La rentabilidad media que abonan los bancos por sus pagarés a doce meses también es inferior al que ofrece el Tesoro, en concreto un 3,69%.

... pero las Letras superan el 5%

Cierto es que el incremento en la rentabilidad que han experimentado las letras no ha pillado por sorpresa a nadie. El contexto actual en el que la prima de riesgo está disparada por encima del peligroso nivel de los 450 puntos y, por tanto, la rentabilidad del bono español a diez años por encima del 6 por ciento, no auguraban un resultado más esperanzador. Aunque cierto es, también, que pocos esperaban que tal encarecimiento se materializara en que el organismo se viera obligado a pagar más de un 5% por su deuda a más corto plazo. Una cifra que supera con creces los intereses que el Tesoro abonó en la subasta de octubre, puesto que se trata de la rentabilidad más alta vista en los últimos catorce años, cuando el Estado se vió obligado a desembolsar un 5,59% por colocar sus títulos a doce meses. Viendo estas cifras no resulta extraño que las letras del Tesoro ganen atractivo en detrimento del resto de productos por los que apuesta la banca e, incluso, frente a la rentabilidad media por dividendo que ofrece el índice español, que en los últimos meses se sitúa en torno al 6%.

Cómo invertir en deuda pública

Si estos intereses le seducen y opta por acudir a una subasta, puede realizar su petición por tres vías diferentes: en la entidad financiera de la que sea cliente, acudir en persona a una sede del Banco de España -donde también puede abrir una cuenta para invertir en valores del Tesoro con dinero o con un cheque conformado-, o en la página de Internet del Tesoro y tramitar la orden por sí mismo, para lo que deberá contar con un certificado digital. La diferencia está en que los plazos para cursar las peticiones varían.

La segunda cuestión que debe saber es que en el momento de hacer la orden debe especificar si se trata de una petición competitiva o no competitiva. La primera supone entrar en una puja, por lo que su petición puede que no se vea completada. Es una operación más compleja, por lo que suelen usarla los inversores institucionales; mientras que los particulares suelen optar por las no competitivas, que garantizan que sus peticiones serán satisfechas al completo. Debe conocer, también, que la inversión mínima asciende a 1.000 euros, y que a partir de esa cifra las peticiones deben realizarse por un valor múltiplo de 1.000.

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