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Más allá del límite: el Tesoro paga casi un 7% por los bonos, con una prima desbocada

Hay cifras redondas que dan vértigo, no sólo por lo que suponen para el sentimiento de los mercados, sino por todo lo que pueden traer consigo. Que el Tesoro Público español tenga que pagar un interés de casi el 7 % por financiarse a diez años es un ejemplo claro. Y así fue como acabó ayer la subasta del organismo, tras la que llegaron las reacciones lógicas.

La prima de riesgo española se disparó hasta rozar los 500 puntos básicos y se vivieron nuevos máximos históricos en otros diferenciales de países europeos como Francia, que también se enfrentó a una subasta y ya había dado señales de alarma en días previos. Todo ocurrió en unas horas, pero al cierre de la jornada dio la sensación de que nada había pasado. No fue un espejismo, sino la intervención del Banco Central Europeo (BCE) a través de la compra de bonos periféricos la que calmó a los mercados.

Cada nueva subasta de deuda pública se convierte en una verdadera prueba de fuego. En las últimas emisiones se han encarecido los costes para el Tesoro español, pero en esta ocasión la sorpresa fue mayor cuando poco antes de las 11 de la mañana el organismo anunció que tuvo que pagar una rentabilidad media del 6,975 % por colocar bonos a una década -con un interés marginal del 7,08-, frente al interés medio del 5,45 % al que se enfrentó en la última subasta de estas características.

La diferencia entre las cifras asusta de por sí, pero ya no sólo es que estén incrementándose fuertemente los costes de financiación para el Estado, es que ¡el Tesoro no había pagado unos intereses tan altos desde 1997! Sorprendente, sí, pero no hay que olvidar que un mismo récord se vio en la emisión de letras a 12 y 18 meses del martes, por las que tuvo que pagarse más de un 5 %.

Los inversores respaldaron la subasta de bonos a diez años y el organismo logró recaudar 3.562 millones de euros, dentro de su objetivo comprendido entre 3.000 y 4.000 millones de euros. Pero estos datos también despertaron algunos temores. La demanda estuvo muy por debajo del último encontronazo con los mercados, en octubre. Esta vez las peticiones rondaron los 5.000 millones de euros, mientras que el mes pasado el importe solicitado superó los 7.000 millones de euros.

Más temores en nuestro país...

El exceso de interés que tuvo que abordar el Tesoro se reflejó rápidamente en el riesgo país, medido como la rentabilidad adicional que se exige a la deuda española a diez años respecto a su homóloga alemana en el mercado secundario -en el que se intercambian los títulos una vez emitidos-. La prima de riesgo de nuestro país subió con fuerza durante la mañana hasta situarse en los 499 puntos básicos -ó 4,99 puntos porcentuales-, después de que la rentabilidad del bono español alcanzase el 6,7 %. Es decir, la prima escaló 40 puntos en apenas dos horas.

En ese momento, y en esos alarmantes niveles, se produjo un punto de inflexión clave en ambos casos desde las 14 horas. Sus curvas se declinaron tanto y tan rápido como habían subido antes. Así, la prima de riesgo cerró la sesión en el mismo nivel de 459 puntos de la jornada anterior y el rendimiento de los bonos a diez años también se quedó en el 6,49 %. La mano del BCE fue la que salió al rescate. La institución compró nuevamente deuda de los países periféricos y esta vez significó un frenazo en seco en el pánico despertado entre los inversores.

Sólo la intervención de la entidad calmó la presión, algo que demuestra que recuperar la confianza no está siendo tarea fácil para los Estados. "Lo que están reflejando las primas de riesgo es una falta de confianza tanto por parte de los inversores como de los participantes del mercado de deuda", explica Marina Martínez Malvar, asesora de cuentas de Saxo Bank. En este sentido, también se refiere a las propias entidades financieras, que siguen acudiendo masivamente al BCE para depositar su dinero en vez de moverlo entre ellos.

El camino se ha complicado definitivamente para España, que ya ha visto cómo tres países de la eurozona -Grecia, Irlanda y Portugal- han tenido que verse obligados a aceptar un rescate y cómo el riesgo país de Italia también ha superado los 500 puntos básicos. Sin embargo, alcanzar estas cotas tras las que se han sucedido rescates no tiene por qué tener el mismo final. "Hemos vivido situaciones límite de las que hemos salido sorprendentemente victoriosos", recuerdan en Saxo Bank, desde donde apuntan que serán esenciales las elecciones de este fin de semana antes de hablar de posibles rescates para saber "cuál es el sendero que vamos a seguir y las implicaciones que estas medidas tendrán en la evolución de nuestra salud económica".

...y en otras economías 'euro'

Si en España se dispararon las ventas de bonos -que provocan que la rentabilidad de estos activos suba por la caída en el precio- otros países de la zona euro no vivieron una jornada más tranquila. Durante la mañana el diferencial de interés entre los bonos franceses y alemanes a diez años sobrepasó los 200 puntos básicos, después de que a Francia también se le encareciera el coste en su emisión de bonos a medio plazo. El balón de oxígeno llegó de la misma manera y la prima de riesgo incluso cerró con una caída de 15 puntos, hasta los 174. El resto de diferenciales europeos también quedó bajo control, con caídas en Italia, Bélgica o Austria.

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