Londres, 30 ene (EFECOM).- El Gobierno laborista británico propuso hoy una reforma legislativa que permitirá la parcial nacionalización de un banco en crisis bajo "un régimen especial".
Un "banco puente" de propiedad pública asumiría el control de la totalidad o parte de los activos y obligaciones del banco en quiebra y se nombraría a un funcionario encargado de su reestructuración.
La propuesta, presentada por el ministro de Economía, Alistair Darling, forma parte de una serie de reformas regulatorias destinadas a prevenir una nueva crisis tan sonada como la del banco Northern Rock.
El Banco de Inglaterra podrá prestar ayuda de emergencia a un banco sin tener que anunciarlo públicamente para que el hecho no tenga un "impacto inmediato adverso en la confianza de los consumidores", como ocurrió en el caso del banco citado.
El instituto emisor no tendrá tampoco que revelar semanalmente las cantidades prestadas a los bancos a título de emergencia.
Asimismo se garantiza la inmunidad a los funcionarios del Banco de Inglaterra ante posibles protestas de los accionistas sobre el manejo que hayan hecho aquellos de un banco particular.
Darling quiere también aumentar la cantidad garantizada de las cuentas abiertas en un banco, que está actualmente en 35.000 libras (unos 47.000 euros), y acelerar el pago de la indemnización a sus titulares.
Aunque se mantendrá el sistema tripartito que integran la Autoridad de Servicios Financieros (FSA por sus siglas en inglés), el ministro de Economía y el Banco de Inglaterra, se reforzarán los poderes de este último.
A su vez, la FSA podrá pedir información, con poco tiempo de preaviso, en particular sobre liquidez, a los bancos.
"Hemos asistido en los últimos meses a un período de turbulencias e inestabilidad financiera en los mercados mundiales, que han afectado a firmas de todo el planeta", dijo el político laborista al anunciar las reformas propuestas.
"Una respuesta a ese tipo de episodios exige acciones, no sólo de las autoridades del Reino Unido, sino también de las firmas e instituciones internacionales", añadió.
Darling explicó que el Gobierno de Gordon Brown "está decidido a que su respuesta sea proporcional y apropiada", por lo que consultará las propuestas con las instituciones financieros, los representantes de los consumidores y otros gobiernos.
Las reformas propuestas serán objeto de un período de consulta de tres meses, que acabará el 23 de abril. EFECOM
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