Margin call. No es sólo el título de una película. Ni un concepto al que aluden actores como Kevin Spacey o Jeremy Irons en la gran pantalla. Es real. Existe. Lo comprobó ayer Italia, como antes, a lo largo de la crisis, lo han sentido otros actores financieros, como los bancos o las aseguradoras de crédito (monoline), y otros europaíses, como Irlanda o Portugal.
Margin call es uno de esos términos financieros técnicos cuya traducción al castellano no siempre resulta fácil de hacer. Se trata de las garantías que una firma de inversión o una plataforma de financiación exige a un inversor, una entidad o un activo financiero. Cuando la primera parte entiende que la situación de la segunda se deteriora, le pide más garantías. O dicho de un modo más técnico y anglosajón: eleva el margin call que le exige.
Esto es, precisamente, lo que la plataforma británica de financiación LCH.Clearnet hizo ayer con la deuda italiana. Dados los desorbitados niveles alcanzados por su deuda pública y, en consecuencia, su prima de riesgo, esta cámara entendió que los bonos transalpinos han perdido calidad. ¿Qué significa eso? Y, sobre todo, ¿qué implicaciones tiene esa decisión?
1.- ¿Qué son las cámaras de contrapartida?
Son plataformas privadas a las que las entidades bancarias pueden acudir para obtener financiación a corto plazo. Para conseguir ese dinero, los bancos deben depositar unas garantías, que suelen ser títulos de deuda pública. Las cámaras más relevantes son LCH.Clearnet, principalmente, y la alemana Eurex Repo.
2.- ¿Por qué han cobrado tanto protagonismo?
Por la crisis. Desde el estallido de los problemas en 2007, la circulación del dinero sufrió un cortocircuito que modificó las condiciones de financiación bancaria.
Ante la desaparición del mercado interbancario, que hasta entonces había actuado como plataforma de financiación mayorista para la banca, ésta buscó otras alternativas. Fue entonces cuando descubrió el valor de cámaras de contrapartida como LCH.Clearnet o Eurex Repo, que pasaron a convertirse en el plan B de la financiación del sector ante la parálisis del mercado interbancario. Así, esas plataformas, junto la ventanilla del Banco Central Europeo (BCE), se erigieron en los principales suministradores de liquidez para la banca.
Esta nueva realidad se afianzó con la crisis de la deuda periférica en la eurozona. Los bancos de los países más afectados, como España, incrementaron su dependencia de la financiación tanto del BCE como de estas cámaras ante los problemas que estaban encontrando para que otras entidades les prestaran ese dinero. "Para hacer frente a esta situación, varias entidades españolas se han sumado desde julio de 2010, ya sea como miembros o mediante intermediarios, a la actividad de las dos contrapartidas centrales citadas (LCH.Clearnet y Eurex Repo)", reconoció el Banco de España en la Memoria de Deuda Pública de 2010.
3.- ¿Qué impacto tiene que incrementen el 'margin call' exigido a la deuda de un país?
Mayúsculo. Una comparación lo demuestra: el 4 de octubre, la agencia de calificación Moody's recortó el rating de Italia desde 'Aa2' hasta 'A2'. Al día siguiente, la prima de riesgo del país, medida por la diferencia entre la rentabilidad de los bonos italianos y alemanes a 10 años, se moderó de los 376 a los 368 puntos básicos. Ayer, sin embargo, el margin call adicional definido por LCH.Clearnet sobre la deuda italiana provocó que su prima de riesgo se disparara de los 497 a los 553 puntos básicos. A estas alturas de película, por tanto, las actuaciones de estas cámaras son mucho más relevantes en el mercado que las de las agencias de rating.
En concreto, LCH.Clearnet revisó ayer el valor que atribuye a los bonos italianos. Lo hizo después de que la prima de riesgo del país superara los 450 puntos básicos, un nivel ante el que esta cámara siempre reacciona, tal como ya demostró con Irlanda y Portugal.
Hasta la fecha, para que una entidad lograra financiación por 1.000 millones de euros con deuda italiana a 10 años, debía depositar títulos por valor de 1.066,5 millones de euros. Le aplicaba, por tanto, un descuento -haircut-, del 6,65%. En adelante, deberá entregar 1.116,5 millones, puesto que ha elevado el descuento al 11,65%. Estos parámetros se han endurecido para todos los tramos, con aumentos que van desde los 3,5 puntos porcentuales en las letras a los 5 puntos porcentuales de la deuda a más largo plazo y los bonos ligados a la inflación.
Los bancos, por tanto, deberán presentar más garantías. En última instancia, esto implica que cada euro en deuda italiana tiene menos valor que antes, de ahí las ventas masivas de bonos transalpinos en la jornada de ayer.
4.- Si las cámaras dan menos financiación, ¿qué alternativa queda?
La decisión de LCH.Clearnet genera más estrés para el BCE. De forma más normal, los bancos -principalmente los italianos- elevarán su dependencia de la ventanilla de financiación de la institución. Aunque lo más relevante tendrá que ver con su actividad extraordinaria, puesto que recibirá más presiones para que aumente sus compras de deuda periférica y para que medite la posibilidad de convertirse en prestamista de último recurso para los países.