
Londres, 26 ene (EFECOM).- La Autoridad de Servicios Financieros (FSA, en sus siglas en inglés) del Reino Unido incumplió de forma sistemática su deber como regulador bancario en relación con la crisis del Northern Rock, denunció hoy una comisión parlamentaria.
En un informe publicado hoy, la comisión de Economía afirma que la FSA debería haber reconocido el "temerario" plan de negocios de la entidad, que antes de la crisis era el quinto banco hipotecario del Reino Unido.
Para evitar nuevas crisis, el informe aboga por que el Banco de Inglaterra establezca una nueva unidad que vele por la estabilidad financiera, con poderes para identificar e intervenir en bancos con problemas.
"El fallo del Northern Rock, aunque fue en primer lugar un fallo de sus directores, fue también un fallo de su regulador", según el presidente de la comisión, John McFall.
"La FSA no supervisó al Northern Rock correctamente", añadió.
La crisis del Northern Rock comenzó en septiembre pasado cuando la entidad, con sede en Newcastle (norte de Inglaterra), sufrió graves problemas de liquidez para refinanciar su deuda debido a la crisis del mercado financiero provocada por las hipotecas "subprime" (de alto riesgo) en Estados Unidos.
El Gobierno se vio obligado a garantizar los depósitos del banco para atajar el pánico de los ahorradores, que salieron a las calles de todo el país a hacer cola en los cajeros automáticos para retirar sus fondos.
Según el informe, tanto la FSA como el Ministerio de Economía y el Banco de Inglaterra estaban insuficientemente preparados para gestionar las dificultades de la entidad, que antes de la crisis era el quinto banco hipotecario británico.
Para contribuir a evitar crisis bancarias similares en el futuro, el informe hace un llamamiento a mejorar la comunicación entre las tres autoridades financieras británicas y aboga por la creación de un fondo de protección de depósitos, financiado por los bancos comerciales británicos.
Según la comisión, ese fondo podría usarse en caso de emergencia, "para evitar la necesidad del Gobierno de intervenir y rescatar un banco".
La FSA aseguró en un comunicado que ya ha admitido los errores en relación con la alicaída entidad y que estaba tratando de darles respuesta.
El regulador bancario tiene previsto publicar las conclusiones de su propia revisión del caso en marzo próximo.
Esta semana, el Gobierno del Reino Unido anunció un nuevo plan para estimular la venta privada del banco Northern Rock, principal víctima británica de la crisis crediticia mundial, pero no descartó la nacionalización de la alicaída entidad.
El plan, sin precedentes en el Reino Unido y elaborado por el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs, asesor financiero del Ejecutivo, consiste en convertir el préstamo hecho por el Banco de Inglaterra a Northern Rock en bonos garantizados por el Gobierno.
El préstamo se eleva a unos 25.000 millones de libras (33.500 millones de euros, 50.000 millones de dólares) desde septiembre pasado, cuando el banco emisor salvó con un crédito de emergencia a la entidad (quinto banco hipotecario británico antes de la crisis).
La propuesta gubernamental, que aún deben aprobar la Comisión Europea y la Autoridad de Servicios Financieros (FSA, regulador británico), aumentaría las posibilidades de lograr la venta privada de Northern Rock, pues facilitaría el pago inmediato de su deuda. EFECOM
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