
La volatilidad más absoluta se ha adueñado del mercado. El martes, el desplome inicial se redujo a poco más del 1% gracias a la bajada de tipos de Bernanke. Pero lo de ayer fue mucho más espectacular: la caída inicial cercana al 3% dio paso a una remontada en las dos últimas horas de negocio que acabó con un rebote del 2,5% (casi 300 puntos) en el Dow Jones, que reconquistó los 12.250 puntos.
Esta volatilidad es propia de los momentos de crisis como los que vivimos. Y los que nos siguen habitualmente saben que era de esperar un rebote contundente desde hace días, que seguramente permita hoy un fuerte rebote en la apertura europea. Pero mucho cuidado con fiarse de los que aseguran que hemos hecho suelo y que es momento de comprar. La sesión de ayer en España nos enseña lo peligroso que es eso.
No hay que perder de vista que los índices han perforado sus soportes críticos, como los 12.500 del Dow Jones, y han confirmado un giro bajista. Mientras no se recuperen esos niveles -en cuyo caso habríamos tenido una falsa ruptura-, el rebote no será más que un 'pullback' hacia los viejos soportes, ahora resistencias. Y el escenario bajista seguirá siendo el más probable.
Remontada de Wall Street
Detrás de la remontada final de Wall Street anoche, los comentaristas sitúan las expectativas de que, a pesar de la rebaja de tipos histórica del martes, la Fed vuelva a bajarlos en la reunión de la próxima semana, incluso en otro medio punto. Por eso, el sector financiero fue el protagonista, con subidas generalizadas para los valores más castigados durante la crisis.
Por el contrario, Apple se desplomó el 10,6% después de las pobres perspectivas publicadas tras el cierre del martes. Aun así, pudo ser mucho peor, puesto que llegó a caer más del 17%. Motorola también decepcionó con sus cuentas (el beneficio cayó el 84%) y se hundió el 18,7%. Texas Instruments se salió de este marasmo con unos buenos resultados que le valieron un alza del 4,6%.
En otros mercados, los bonos prosiguieron su escalada en precio a pesar del rebote de la bolsa, con lo que su rentabilidad cayó al 3,35%. El dólar, por el contrario, recuperó algo del terreno perdido frente al euro, pero éste se mantuvo por encima de 1,46. El petróleo retomó las caídas por el temor a una recesión, y terminó en 87,25 dólares.