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Fitch, contra las tesis de Alemania: el BCE debe tener un papel "crítico"

  • Hasta que no haya crecimiento persistirán los ataques y la presión sobre los ratings
Mario Draghi, próximo presidente del BCE. Foto: archivo

La agencia de calificación ha emitido hoy un informe sobre los acuerdos alcanzados el miércoles en la Eurozona, en el que valora positivamente el acuerdo, aunque pide al BCE que actúe decididamente hasta que se consolide el nuevo fondo.

Fitch asegura que representan un "paso positivo para apoyar la sostenibilidad financiera", aunque avisa de que "su efectividad depedenderá de una mayor claridad en los detalles así como una completa y oportuna implementación".

"Fitch cree que los principales elementos de las medidas anunciadas apuntan a las causas clave de la reciente intensificación de la crisis del euro y la agencia ve el conjunto de acuerdo como un resultado positivo de la cumbre", asegura en su informe.

Ya entrando en más detalles, la agencia cree que el acuerdo para aumentar el fondo de rescate (FEEF) hasta 1 billón de euros "es un primer paso crítico para reforzar la confianza del mercado en la capacidad de los políticos para limitar el riesgo de contagio".

Eso sí, Fitch puntualiza que son necesarios más detalles para evaluar la viabilidad de las dos opciones consideradas para apalancar el fondo (garantías a los países y el vehículo especial para canalizar dinero de fuera de la Eurozona), particularmente sobre su estructura, sus fuentes de financiación y su estructura.

El papel del BCE, crítico

Además, dado el nivel de incertidumbre sobre la viabilidad de las opciones, Fitch cree que el papel del BCE va a ser "crítico" a la hora de continuar interviniendo en el mercado secundario de bonos e incluso tendrá que estar preparado para actuar "como prestamista de último recurso" para países solventes pero ilíquidos.

Este punto es el más problemático y una demanda antigua de la propia Fitch, ya que Alemania se niega a ampliar los actuales poderes del BCE por su miedo a la inflación. Sin embargo, este es el camino que han elegido otras potencias como Japón, EEUU y Reino Unido.

En cuento a Grecia, la agencia asegura que el acuerdo con la banca sobre la quita de Grecia supone un evento de crédito, un default, aunque considera que es un paso necesario para colocar sus finanzas en orden. Además, Fitch ve con "precaución" el compromiso aparente de incrementar el programa de privatización de Grecia.

Ayer, la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA), organismo de referencia en la materia, estimó que esta quita no debería desencadenar el pago de contratos de seguro sobre riesgo de crédito ("CDS" o credit default swaps) porque se hacía de manera voluntaria. Normalmente, cuando hay un default declarado por las agencias de rating, esos seguros se activan.

En cuanto a las nuevas normas de capital para la banca, así como los planes de recapitalización del sector, la agencia también los valora positivamente y cree que es un paso importante para reforzar la confianza en el sector financiero europeo. Pero, como en el caso del fondo de rescate, pide más detalles para un análisis comprensivo.

Además, la agencia también apoya los compromisos de disciplina fiscal y reformas estructurales de los países con presiones financieras, así como las medidas para reforzar la disciplina económica, el gobierno y la coordinación de la Eurozona, dado que estos compromisos apuntan de manera apropiada a algunas causas clave de la crisis del euro.

Advertencias: hay que implentarlo y hay que crecer

Pero no todo han sido buenas palabras por parte de la agencia, que hace un paralelismo con la cumbre del pasado 21 de junio (recuerda que se trataron los mismos puntos y se llegaron a compromisos similares), "cuando una ola cálida de confianza se disipó rápidamente", lo que subraya la importancia de una rápida y completa implementación de los compromisos adquiridos.

Además, concluye Fiych, "hasta que no haya una recuperación económica a lo largo de la Eurozona, los progresos para reducir sus déficits, reducir sus ratios de deuda y llevar a cabo reformas estructurales para reforzar su competitividad, son posibles más ataques de volatilidad en los mercados financieros y la presión sobre los ratings soberanos persistirá".

Esta advertencia está en línea con las que han hecho los analistas, que aseguran que la única manera de acabar con la crisis de deuda es volver a crecer. Y parece que los líderes europeos se han olvidado de este asunto.

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