Omar Lugo
Río de Janeiro, 21 ene (EFECOM).- Un derrumbe generalizado en las bolsas del mundo preludia hoy una fuerte crisis global, pero Brasil se cree a salvo de los riesgos y el gobierno insiste en que la economía crecerá fuertemente este año y los que vienen.
En este "lunes negro", la bolsa brasileña es una de las más golpeadas por la corriente negativa que arrastra a los grandes mercados en la medida en que se hacen más concretas las señales de una recesión en Estados Unidos.
Las dificultades del gobierno de George Bush para lidiar con el problema llevan a los expertos a intentar dilucidar si los mercados están simplemente atravesando una nueva crisis de nervios o el mundo está precipitándose en un ciclo recesivo de largo alcance.
Mientras los mercados de Asía cerraban con fuertes bajadas y el pánico ya contagiaba las plazas europeas, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, insistía hoy en que Brasil mantiene su curso.
Brasil tiene una "combinación perfecta" para el crecimiento económico, afirmó Lula.
"La economía crece, el gobierno recauda más, el gobierno invierte más. Por eso podemos hablar de que la economía brasileña va a continuar creciendo en 2008", aseveró esta mañana.
Brasil atravesó un 2007 con viento favorable y su Producto Interior Bruto (PIB) creció en torno al 5,0 por ciento, y el gobierno todavía espera una cifra similar para 2008.
Fue un año con baja inflación, el 4,46 por ciento, expansión del consumo, una revaluación del real frente al dólar de 20 por ciento y una fuerte acumulación de reservas internacionales que han seguido creciendo hasta 184.892 millones de dólares la semana pasada.
Pero ya analistas financieros muestran su prudencia.
Una encuesta semanal del Banco Central, entre unos 100 entidades financieras, reveló hoy la expectativa de que la tasa mínima referencial de interés deberá mantenerse en el 11,25 por ciento anual a lo largo de 2008, con tendencia alcista.
Hasta hace pocas semanas los mismos expertos apostaban a una reducción para terminar 2008 en el 10,75 por ciento.
Los especialistas todavía prevén un crecimiento de la economía del 4,5 por ciento del PIB este año y del 4,03 por ciento en 2009, por debajo de la previsión del gobierno.
Sobre la holgada balanza comercial, esperan un saldo de 30.000 millones de dólares, por debajo de los 30.600 millones de una encuesta anterior.
En economía los escenarios suelen mudar rápidamente, pero a primera vista entre los mercados parece prosperar la impresión de que el plan de Bush, por sí solo, "no es suficiente para evitar una recesión en la economía estadounidense", como observó un análisis de la firma brasileña de clasificación de riesgo Austin Ratings.
En la llamada economía real, la que va más allá de la volatilidad inmediata, varias pistas indican que Brasil sí saldría golpeado por un fuerte retroceso en Estados Unidos, que recibe el 17 por ciento de las exportaciones brasileñas.
Otros grandes clientes de las materias primas y productos básicos -que forman el grueso de las exportaciones brasileñas- como China e India, son a su vez grandes exportadores de productos manufacturados hacia Estados Unidos.
Para el Flavio Castelo Branco, economista jefe de la patronal Confederación Nacional de la Industria (CNI) es un hecho que el escenario internacional mudó.
"Con seguridad los impactos serán mucho menos intensos que en el pasado, pero es obvio que tenemos un escenario diferente", agregó.
Pero "aunque estemos en ese tren de la economía mundial y sujetos a la turbulencia de ese tren, nuestra condición específica es muy diferente de la que prevalecía en los primeros años de esta década", dijo a Efe.
"La duda es por cuánto tiempo va a prevalecer", pues según lo que dure, impactará la demanda por productos brasileños, dijo.
En ese escenario, los precios de los productos básicos tienden a resentirse y con ello los ingresos del país, además sube el tipo de cambio y hay presiones inflacionarias.
Pero en los últimos años Brasil se benefició de la economía mundial y redujo su deuda externa entre otras fragilidades y hoy el mercado interno, con alta demanda y consumo, es el motor del crecimiento, explicó.
"El grado de solidez de las cuentas externas brasileñas es bastante elevado y va a permitir absorber las oscilaciones de una forma más madura", afirmó.EFECOM
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