KERBALA, Irak (Reuters) - Las fuerzas de seguridad iraquíes impusieron el sábado estrictas medidas de seguridad en Kerbala mientras 2,5 millones de peregrinos celebraban el punto culminante de un importante ritual chií, un día después de que hombres armados atacaran a fieles y policías en otras ciudades del sur.
Casi 70 personas murieron y más de 100 resultaron heridas en los choques del viernes después de que miembros armados de ese culto lanzaran ataques casi simultáneos en las dos ciudades.
En Kerbala, los fieles abarrotaban las calles para las ceremonias que recuerdan la muerte hace más de 13 siglos del nieto del profeta Mahoma, el imán Hussein, cerca de la ciudad sagrada.
La sangre manchaba sus túnicas. Otros se golpeaban el pecho al sonido de tambores y cantos religiosos. Responsables médicos con equipos de primeros auxilios marchaban entre la multitud, preparados para atender las heridas de los fieles.
"La situación de seguridad en Kerbala está bajo control", dijo a Reuters el jefe de policía de Kerbala, el general de brigada Raad Shaker.
Los peregrinos era registrados hasta 10 veces antes de poder llegar al centro de las ceremonias, las tumbas del imán Hussein y del imán Abbas en el corazón de la antigua ciudad de Kerbala.
/Por Sami al-Jumaili/