
Tenían todas las papeletas para convertirse en los productos más damnificados por la crisis de deuda soberana que ahora intentan frenar los políticos de la eurozona. Pero nada más lejos de la realidad. Los fondtesoros, fondos que invierten al menos un 70% de su patrimonio en deuda pública española, están de enhorabuena.
Hasta el 5 de agosto, la mayoría acumulaba pérdidas, pero las compras de deuda pública que ha llevado a cabo el Banco Central Europeo (BCE) desde el pasado 5 de agosto han conseguido que uno de los productos más temidos del año de renta fija se haya convertido en uno de los más rentables de los últimos meses.
De hecho, según los datos de Morningstar, desde entonces, se anotan rentabilidades medias del 1,22% y algunos, incluso, consiguen rendimientos cercanos al 3% en tan sólo tres meses, muy similares a las rentabilidades medias que ofrecen los depósitos a un año, los productos de ahorro favoritos por los inversores. Además, contra todo pronóstico, sólo 3 de los 33 fondtesoros que hay en España acumulan pérdidas en 2011.
No en vano, hay que tener en cuenta que estos productos no sólo calculan su rentabilidad prorrateando el rendimiento de los cupones donde invierten, cuya rentabilidad media es del 2,88%, sino que también establecen su valor liquidativo diario en función de la evolución que sus emisiones tienen en el mercado secundario. Y es en esta última valoración donde el BCE ha tenido un claro papel protagonista. Sus compras de deuda periférica, que ya superan los 170.000 millones de euros han elevado sus precios y por ello la rentabilidad del bono español a diez años, que sube cuando cae el precio, ha descendido del 6,04% al 5,54%.
Y eso a pesar de que durante este tiempo España ha tenido que hacer frente a sendos recortes de su nota crediticia por parte de las distintas agencias de rating y al rumor de que, al igual que pasa con Grecia, tendría que hacer frente a una reestructuración de su deuda, con quitas del 20 por ciento. El recorte en el rendimiento que han experimentado la deuda pública española no se ha quedado sólo en los plazos largos. También se ha visto en las emisiones a corto plazo. Por ejemplo, si en agosto los inversores demandaban una rentabilidad del 4,91% por adquirir deuda pública española a tres años, ahora la cifra se ha quedado en el 4,28%.
Pero estos recortes no sólo obedecen a las adquisiciones de deuda realizadas por el BCE, sino también a las compras realizadas por los inversores institucionales, gestores de fondos especializados en deuda gubernamental de la eurozona entre ellos. Según los datos de Morningstar, el porcentaje que supone la deuda pública española en la cartera de este tipos de productos ha aumentado en 2 puntos porcentuales en los últimos tres meses. Entre los productos que más han aumentado su inversión en deuda española figuran WestLB Me Co Fd Quandus Euro Bd B o JPM EU Government Bd A (acc)-EUR, donde los bonos españoles ocupan más del 10% de su cartera.
Una tendencia que no es descartable que se mantenga a corto plazo. Y más ahora que parece que España ha conseguido quedarse al margen de la línea de fuego de la crisis periférica de la zona euro. No así Italia, cuyo primer ministro, Silvio Berlusconi recibió este fin de semana varios tirones de orejas por parte de los líderes europeos en cuanto a la necesidad de implementar más reformas.