Nuevo pinchazo en la burbuja del oro: ayer, el activo refugio por excelencia firmó su peor sesión en diez días al recortar un 2,18%, hasta los 1.638,9 dólares la onza, aunque marcó un mínimo diario en los 1.627,5 dólares la onza.
Estas caídas se producían después de conocerse la publicación de datos macro en China; el gigante asiático reveló que durante el tercer trimestre del año creció a su menor ritmo desde 2009, renovando de esta forma los temores a una recesión mundial. Tampoco ayudaron las declaraciones desde Alemania, afirmando que los líderes de la UE no serían capaces de aportar soluciones rápidas para atajar la crisis de la deuda soberana.
Pero no todos hacen lecturas negativas de estos hechos, como muestra la encuesta sobre el sentimiento del oro que recoge Bloomberg, con publicación semanal. La última revisión arroja un repunte del 23,2% entre los toros (alcistas), que ya equivalen al 77% de los inversores consultados. En contraste, la proporción de inversores bajistas sobre el metal amarillo han caído hasta el 4% del total.
La razón de la disonancia entre el comportamiento negativo del metal y el sentimiento alcista puede atribuirse a que los inversores podrían estar aprovechando la corrección para aumentar sus posiciones en oro. Así lo enuncia el último informe de ETF Securities, que reflejó la mayor entrada de flujos de dinero en fondos con exposición a esta commoditie en las últimas seis semanas. "La creciente presión inflacionaria en la zona del euro, junto con la debilidad del dólar y la continua incertidumbre sobre los planes europeos para la crisis apoyaron al oro", explican desde la firma de análisis.
