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Economía.- Sarkozy cree que la propuesta de Bruselas sobre reducción de emisiones penaliza "inútilmente" el crecimiento

Pide que el esfuerzo global varíe según el nivel de partida de cada Estado y un mecanismo de compensación de importaciones

PARIS, 15 (EUROPA PRESS)

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, remitió hoy una carta al presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, en la que expresa sus "profundas objeciones" a la propuesta que presentará el Ejecutivo comunitario el próximo 23 de enero sobre las modalidades para compartir los objetivos europeos de reducción de emisiones causantes de efecto invernadero y los de desarrollo de energías renovables.

Francia, asegura el presidente galo, está "especialmente interesada" en que las modalidades de puesta en marcha estén ante todo determinadas por la ambición de superar el desafío climático y por eso apoya el "principio" de una reglamentación sobre las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos pero, expresa "profundas objeciones sobre las modalidades de aplicación" porque entiende que "penalizaría" a los coches "más ligeros y menos contaminantes".

Sarkozy recuerda que, tratándose del objetivo global de reducción de emisiones de efecto invernadero, la prioridad de Francia sigue siendo promocionar un paquete energético poco contaminante para superar el desafío climático "sin penalizar inútilmente las perspectivas de crecimiento".

En su carta a Barroso le dice que Francia emite hoy un 25% menos por habitante que la media europea y que, en este contexto, parece "indispensable" fijarse como objetivo "una convergencia progresiva hacia un mismo volumen de emisiones de dióxido de carbono por habitante en todos los países de la Unión".

Para lograr esta convergencia, Francia plantea que el esfuerzo global de reducción de emisiones esperado de cada Estado miembro de aquí a 2020 varíe "según el nivel de partida de las emisiones por habitante" sin prejuzgar por ello, dado que se trata de un tema distinto, los mecanismos de solidaridad entre Estados.

Así pues, París apoya el principio de una directiva revisada sobre los intercambios de permisos de emisión para establecer un mecanismo sectorial, y la puesta en marcha de subastas de cuotas en función del grado de apertura de la competencia internacional.

RIESGO DE DESLOCALIZACION

No obstante, matiza que, si "importantes economías mundiales" no se implican en un esfuerzo obligatorio de reducción de emisiones, las obligaciones europeas "empujarán a la industria a relocalizarse" en estos países que tienen un régimen medioambiental menos restrictivo.

"Las emisiones mundiales no disminuirán y los empleos ligados a esas empresas desaparecerán en Europa. El dispositivo no será entonces ni eficaz, ni justo, ni sostenible económicamente", se queja Sarkozy.

MECANISMO DE COMPENSACION

Por eso, le parece "indispensable" la introducción de un "mecanismo paralelo de compensación" sobre las importaciones de los países que rechacen un esfuerzo obligatorio de reducción de emisiones.

Este mecanismo podría adoptar la forma de un ajuste fiscal o de la obligación de compras de cuotas por los importadores y según Sarkozy este sistema sería necesario "en cualquier caso" para incitar a estos países a suscribir este esfuerzo en materia de emisiones.

Por otro lado, en lo que se refiere al objetivo de producción de energías renovables, Sarkozy sostiene que Francia ya se ha comprometido a desarrollar sustancialmente las destinadas al consumo final, que ha adoptado en sus políticas nacionales el objetivo del 20 % fijado por la Unión Europea y que se esforzará incluso en ir "más allá".

INACEPTABLE UN OBJETIVO OBLIGATORIO

Sin embargo, puntualiza que este objetivo nacional es distinto al de su traducción obligatoria en los compromisos europeos porque, dada la "débil" contribución francesa a las emisiones contaminantes, Francia no puede aceptar un objetivo nacional superior al 20% que, de no respetarse, podría dar origen a penalizaciones financieras o a la monetarización del mercado de certificados.

El presidente galo señala a continuación que, conforme a las conclusiones del Consejo Europeo de marzo de 2007, el dispositivo debe tener en cuenta las "situaciones de partida" de los diferentes Estados miembros y la parte global de las energías no carbónicas en el paquete energético de cada Estado, para determinar tanto el objetivo nacional a alcanzar como para determinar las sanciones en caso de que no se logre el objetivo.

"Francia apoya sin ambigüedad la ambición de desarrollo sostenible de la Comisión. Debe darse prioridad al desafío del cambio climático sin renunciar a la ambición de desarrollo y con la doble preocupación de la equidad y la eficacia", concluye la misiva enviada a Barroso.

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