Las dudas, cuando vuelven, no afectan a un único mercado, sino que se propagan por todos los conductos del sistema financiero.
La desconfianza que llenó de números rojos los parqués europeos en la jornada de ayer también hizo de las suyas en la deuda pública periférica. En este caso, las ventas se tradujeron en un notable incremento de las rentabilidades, que suben cuando el precio de los títulos desciende. El rendimiento de los bonos españoles a 10 años repuntó del 5,11 al 5,20 por ciento, con lo que alcanzó el nivel más alto desde el 23 de septiembre. Se trató del cuarto incremento consecutivo, una secuencia en la que la rentabilidad ha crecido en 22 puntos básicos -ó 0,22 puntos porcentuales-.
Las ventas de títulos españoles contrastaron con las compras de bonos germanos, que volvieron a actuar como refugio. Consecuentemente, el rendimiento de los bunds se moderó del 2,19 al 2,10 por ciento. Este descenso, combinado con el incremento del rendimiento del bono español, tensionó de nuevo la prima de riesgo de España, medida por la diferencia entre los bonos españoles y alemanes a 10 años. Repuntó desde los 293 hasta los 310 puntos básicos -ó 3,10 puntos porcentuales-. Este repunte, el mayor desde el 12 de septiembre, situó otra vez el diferencial por encima de los 300 puntos básicos tras cuatro jornadas por debajo de esa cota.
Italia siente la presión
Pero España no sufrió en soledad. Como viene ocurriendo en los últimos meses, contó con la compañía de Italia. El rendimiento de los títulos transalpinos a una década creció del 5,74 al 5,82 por ciento, el nivel más alto desde comienzos de agosto, es decir, desde que el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a comprar bonos italianos y españoles en el mercado para intentar atajar las crecientes presiones que estaban sintiendo. Al mismo tiempo, la prima de riesgo italiana se amplió de los 355 a los 371 puntos básicos. Como trasfondo de estos incrementos figuró la crisis política en la que está inmerso el país, que ha desembocado en la moción de confianza a la que se someterá hoy el primer ministro, Silvio Berlusconi.
En medio de este tenso clima, el Tesoro italiano sacó adelante ayer una subasta de bonos y obligaciones. En concreto, captó 6.185 millones de euros entre bonos a cinco, siete, diez y catorce años, por debajo del objetivo máximo de financiación, establecido en los 6.500 millones. El coste por colocar títulos a cinco años se redujo al 5,32 por ciento desde el 5,60 por ciento de septiembre.