Se abre la posibilidad de aumentar la exposición a estas economías, sin perder nunca de vista el riesgo divisa. Incluso los fondos tradicionales dan la posibilidad de sacar provecho de estos mercados por el rebote de la renta variable.
Con el rebote vivido por la renta variable en las últimas semanas, nos planteamos aumentar nuestra exposición global a los emergentes. Si al final se da la oportunidad, lo haríamos mediante un fondo cotizado concreto, hay muchas maneras de invertir en estos mercados.
Las posiciones en emergentes pasaron de formar una parte importante en nuestra cartera propuesta a tres meses a reducirse a la mínima expresión. Sin embargo, el último rebote ha abierto la posibilidad de volver a aumentar nuestra exposición a las bolsas de estos países, sin perder de vista que aunque están teniendo más tirón que los parqués occidentales, tienen en contra el distinto ritmo que muestran por regiones y las fuertes correcciones de sus divisas.
En Ecotrader, las posiciones que tenemos en estos países son a través del fondo cotizado iShares MSCI Emerging Markets (o EEM), el ETF más grande y líquido de la categoría, pero hay otras opciones al alcance del inversor minoritario.
En España cotizan varios ETF, como los que comercializa Lyxor sobre China o Europa del Este o en el conjunto de este universo. Otra opción dentro de nuestras fronteras es el db x-trackers MSCI Emerging Markets TRN. O, recurriendo de nuevo a Lyxor, encontramos su Lyxor MSCI Emerging Markets A. Todos estos productos tienen en común una cosa: ganan exposición a los países en vías de desarrollo ligándose al índice de Morgan Stanley MSCI Emerging Markets, compuesto a su vez por los indicadores de referencia de 21 parqués, desde clásicos como China o India hasta algunos algo menos populares, como Perú, Filipinas o Polonia.
Variedad en fondos
Precisamente, el MSCI es la referencia a la que tratan de batir la mayoría de fondos tradicionales de renta variable emergente, la mejor opción para aquellos inversores que busquen viajar a estas bolsas sin renunciar a los beneficios fiscales.
Podemos encontrar gran variedad de productos que invierten en mercados emergentes, y esta diversidad nos permite distinguir un buen puñado de fondos al alcance del inversor minoritario (con una aportación mínima inferior a 2.500 euros) que cuentan con rating Morningstar, en algunos casos de cuatro estrellas sobre cinco, y que además tienen un patrimonio bastante abultado, algo que suele garantizar una mayor liquidez y margen de maniobra.
Sin duda, entre ellos se lleva la palma el Aberdeen Global Emerging Markets Equities A2. Con una inversión mínima de 1.500 euros, es el único que logra la máxima calificación de Morningstar, además es el más grande de la categoría, con un patrimonio superior a los 6.600 millones de euros. ¿Lo malo? Su comisión de gestión, del 1,75%, no es de las más competitivas.
Ojo con las divisas
El gran problema que tienen los fondos tradicionales, y que tiene mucho que ver con esa dura penalización por rentabilidad, es precisamente el que de momento nos invita a mantenernos cautos en Ecotrader: el riesgo divisa. Después de haber vivido fuertes apreciaciones en 2008, este ejercicio han llegado las correcciones, con la excepción del yuan, que permanece estabilizado gracias a la mano invisible del Gobierno chino.
Los ETF logran absorber gran parte de ese impacto, que se encarga de filtrar el propio MSCI, al estar ligados a un solo índice, que ya se encarga de absorber en su composición el cambio de divisas. Sin embargo, los fondos tradicionales, aun ligando su evolución al mismo indicador, invierten directamente en títulos concretos, con lo que el riesgo sube.
