
Son el producto estrella y una prueba de ello es que los fondos garantizados son los únicos que acumulan más entradas que salidas de dinero en lo que va de año.
Según los últimos datos de Inverco, estos productos acumulan en 2011 unas suscripciones netas por valor de 6.539 millones de euros mientras que la industria pierde en términos generales más de 5.000 millones. Pero ¿a qué se debe esta diferencia?
Por una parte está el fuerte interés que han demostrado las gestoras a la hora de comercializar este producto. De hecho, de los 185 fondos de inversión que se han lanzado en lo que va de año, 60 son garantizados de renta fija. La explicación que dan las gestoras para justificar esta avalancha es que cada vez son más los inversores que demandan seguridad. Una aversión al riesgo de la que da buena cuenta la última encuesta de J.P.Morgan, que muestra que el porcentaje de españoles que los utiliza en la actualidad depósitos y cuentas de ahorro, productos exentos de riesgos, ha alcanzado un máximo del 94 por ciento.
Pero lo cierto es que los fondos garantizados de renta fija también interesan a las propias gestoras, sobre todo a las que se integran dentro de entidades financieras. "La venta de este tipo de productos es muy adecuada para las gestoras ya que los utilizan para comprar bonos de sus propias entidades", afirma Ricardo Sánchez, analista de fondos de Gestiohna. Y más ahora que cada vez son más los bancos que recurren a la emisión de bonos y pagarés para obtener financiación, ante la sequía del mercado interbancario creando grandes oportunidades para los inversores.
De hecho, según los datos de la CNMV al cierre del primer semestre, son varios los fondos de renta fija, de los que se han lanzado este año, que dedican una importante parte de su cartera a invertir en emisiones realizadas por los bancos a los que pertenecen sus gestoras. Por ejemplo, productos como Banesto Garantía Dos Años o Banesto Garantía 3 años o Santander Ahorro Garantizado 3 sólo tienen invertida su cartera de renta fija privada en bonos emitidos por Santander o Banesto, ambos bancos del Grupo Santander. Por su parte, Fondlibreta III 2014, de Bankia Fondos, invierte el 50 por ciento de su cartera en bonos de BFA (Banco Financiero de Ahorros, la matriz de Bankia) y en cédulas de Bankia mientras que el 50 por ciento restante lo destinan a la compra de deuda pública española, y Cajamadrid Fondlibreta II 2014 invierte más de un 20 por ciento de su cartera en cédulas de Bankia. "Hay muchas oportunidades en renta fija corporativa, sobre todo en deuda senior de entidades solventes y que tengan negocios diversificados, ya que se pueden conseguir rentabilidades de entre el 6 y el 7 por ciento", defiende, Victor Alvargonzález, consejero de Profim.
No obstante, conviene recordar que el límite que establece la CNMV para invertir en renta fija del propio grupo es del 35 por ciento (se incluyen en este porcentaje emisiones al contado, derivados, riesgo de contrapartida, depósitos y cédulas). Sin embargo, se permite sobrepasarla si se producen situaciones sobrevenidas a la gestora, siempre que se justifiquen ante el organismo regulador.
Mucho coste, poca gestión
Pero además de servir de vehículo para que los bancos obtengan financiación, los fondos garantizados también presumen de ser un buen negocio para las gestoras que los ofrecen. "No hay que olvidar que con estos productos te garantizas la cautividad de los partícipes por muchos años en una época en la que es muy complicado captar dinero", afirma Victoria Torre, responsable de análisis y producto de Self Bank. No en vano, aunque los fondos garantizados ofrecen liquidez diaria, hay que tener en cuenta que la garantía del 100 por cien del capital y la rentabilidad que la mayoría asegura está sujeta a la permanencia del inversor en el producto durante un tiempo determinado, que suele oscilar entre los tres y los cinco años.
Periodo en el que el partícipe paga, además, comisiones superiores a la media. No tanto en cuanto a gestión -según los datos de la CNMV, la comisión media de gestión de los fondos de inversión es del 0,87 por ciento sobre el patrimonio mientras que en los fondos de renta fija garantizados es, según Morningstar, del 0,76 por ciento-, sino en lo que se refiere a gastos por reembolsos. Y es que la mayoría de los fondos de este tipo cobra un 5 por ciento sobre el patrimonio en caso de que el inversor rescate su capital antes de alcanzar el vencimiento del producto o fuera de algunas de las ventanas de liquidez que ofrecen algunos productos de este tipo.