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La prima de riesgo continuó su descenso a pesar de Fitch

La prima de riesgo española aguantó estoicamente el jarro de agua fría que le echó encima el pasado viernes Fitch a la deuda soberana española. La agencia de rating bajó en dos escalones la solvencia de España al bajar su nota crediticia desde AA+ hasta AA- y con perspectiva negativa, con lo que la calificadora no descarta acometer una próxima rebaja en el futuro.

Además, ayer esta misma agencia crediticia volvió a la carga y la tomó con el rating de algunas comunidades autónomas y ciudades españolas. Concretamente, Asturias, Cantabria, Madrid, la ciudad y la provincia de Barcelona, Vigo y La Coruña pasaron de AA a AA-.

Pese a estos varapalos, la rentabilidad extra que se le exige al bono español a 10 años respecto a su homólogo alemán por su mayor riesgo de impago prosiguió con su tendencia de relajación y ayer cayó 8 puntos básicos hasta los 290 -o lo que es lo mismo 2,90 puntos porcentuales-, su mínimo en dos meses. Esto tuvo su eco en el interés que remuneró el bono español a una década, que se mantuvo en el 4,98%.

El BCE aminora sus compras

Este descenso se debe en buena medida a la política de compra de deuda de la eurozona que esta llevando el Banco Central Europeo (BCE), aunque parece que ya va poniendo freno a sus adquisiciones principalmente de bonos españoles e italianos en los mercados financieros. De hecho, la entidad anunció que la semana pasada las compras de títulos de deuda alcanzaron los 2.312 millones de euros, un 39% menos que los 3.795 millones que empleó con el mismo fin la semana precedente, siendo con ésta ya la tercera en la que la Autoridad Monetaria aminora sus compras en este tipo de valores negociables. Con esta última adquisición, el BCE ya acumula en su balance 163.000 millones de euros desde que lanzó su programa de compra de activos en mayo de 2010, de los cuales 90.000 han sido adquiridos durante las nueve semanas anteriores, cuando la entidad retomó las adquisiciones ante la enorme volatilidad que acusaban los mercados financieros.

Desde que el pasado 8 de agosto el BCE decidió volver a ejecutar esta medida la brecha entre el bono español a una década y el bund alemán se ha reducido significativamente. Cae desde los 369 a los 290 puntos básicos mientras que la rentabilidad que se le exige en los mercados secundarios a los bonos españoles a 10 años se reduce desde el 6,04 hasta el 4,988%.

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