Europa sigue ganando tiempo. Aunque por el momento se desconozcan los detalles, el plan anunciado por la canciller alemana Angela Merkel y el primer ministro francés Nicolas Sarkozy para inyectar más capital en los bancos europeos fue bien acogido ayer en los mercados. En especial, en el de divisas, en el que el euro protagonizó su mayor subida diaria contra el dólar desde julio de 2010. La moneda única se apreció un 2,3%, hasta los 1,369 dólares, su cambio más alto en tres semanas.
Este avance, además de estar sustentado por un mayor optimismo con respecto a la zona euro, también estuvo soportado por el clima de distensión que imperó ayer, algo que suele traducirse en descensos del billete verde. "La caída del dólar supone un indicador de relajación que se trasmite al resto de los mercados: desde las bolsas que aceleran titubeantes las subidas de los últimos días, hasta las materias primas", explica José Luis Martínez, estratega de Citi en España. En efecto, el barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, repuntó un 2,7%, hasta los 108,7 dólares, y la onza de oro, un 2,1%, hasta los 1.672 dólares.
Al mismo tiempo, la debilidad del dólar también se sintió contra el yuan chino. Pekín accedió a revaluar su moneda hasta los 6,349 yuanes por dólar ó 0,157 dólares (ver gráfico). Es la primera vez que el yuan traspasa la frontera de las 6,35 unidades desde 1993, un hito que le sitúa en camino de protagonizar su mayor subida anual desde 2008. Hasta la fecha, acumula una revaluación del 4% en 2011.