Velayos dice que a Metro "no le temblará el pulso" si hay irregularidades

Madrid, 7 oct (EFE).- El consejero delegado de Metro, Ignacio González Velayos, ha asegurado hoy que a la compañía "no le temblará el pulso" al adoptar medidas disciplinarias si se demuestra que hubo irregularidades en contrataciones, y ha negado que exista una pelea por el poder entre el Ayuntamiento y la Comunidad.

González Velayos ha comparecido ante la Comisión de Transportes e Infraestructuras de la Asamblea, donde la oposición al completo ha coincidido en asegurar que hay fallos de control interno en la gestión de Metro y que existe una lucha por el poder entre la administración de Esperanza Aguirre y la de Alberto Ruiz-Gallardón.

El consejero delegado ha centrado su intervención en la denuncia presentada en los juzgados por la Consejería a raíz de una supuesta trama de cobros irregulares en las obras del suburbano, en la que, según ha asegurado, hay implicados cuatro empleados, ninguno de ellos directivo de Metro.

González Velayos ha garantizado que la compañía colaborará activamente con la Justicia para aclarar los hechos, aunque de momento ya se han abierto cuatro expedientes informativos a los empleados presuntamente implicados -uno de ellos jubilado desde agosto- y se les ha apartado de sus competencias.

Los cuatro empleados, ha dicho, son técnicos de grado medio que trabajan desde hace muchos años en la compañía, y según las averiguaciones internas no habría ningún directivo implicado.

Con todo, si finalmente se demuestra que ha habido irregularidades, el consejero delegado de Metro ha garantizado que a la compañía "no le temblará el pulso" en tomar medidas disciplinarias hacia todo aquel que esté salpicado por la trama.

"A lo largo de su historia, desde 1979, Metro ha transitado por el camino de la transparencia y del buen uso de los recursos de las administraciones", ha zanjado, antes de señalar que la empresa estudia ya la posibilidad de implantar un nuevo sistema de contratación para evitar casos similares en el futuro.

González Velayos ha negado que hayan fallado los procedimientos internos de control para saber si ha habido cobros ilegales, ya que la empresa no tiene derecho a acceder a las cuentas privadas de sus empleados.

Y también ha rechazado que exista una pelea entre el Ayuntamiento y la Comunidad por el control de la compañía, o que estas administraciones influyan en la dirección, ya que "jamás" se han recibido "directrices políticas".

José Manuel Franco, en nombre del PSOE, ha afirmado que al margen de la presunción de inocencia de los implicados, sí hay una responsabilidad política exigible a los directivos de la compañía y al consejero de Transportes, Antonio Beteta.

Franco se ha preguntado qué motivos se ocultan tras la dimisión en julio del director gerente de Metro, Ildefonso de Matías -quien consideraba "inviable" el modelo de gestión de la compañía-, y ha querido saber por qué si ese modelo no es válido no se está haciendo nada por modificarlo.

"Sospechamos que lo que sucede es que hay una lucha por hacerse con el poder de esta empresa", ha reiterado, y "si no existe esa lucha de poder es que hay algo más y no quieren contarlo".

La portavoz de UPyD en la Comisión, Loreto Ruiz de Alda, ha advertido de que este caso ha destapado posibles "agujeros" en los procedimientos de adjudicación de Metro "consecuencia de una deficiencia de la gestión".

Pero más allá de los fallos en las auditorías internas y la "dejadez" para garantizar los controles, Ruiz de Alda ha coincidido en que existe una "lucha de poder", algo que también ha remarcado la diputada de IU Isabel Moreno, para quien puede haber incluso un intento de "desprestigiar" la gestión de la dirección de la compañía.

Moreno ha querido saber qué medidas se van a adoptar "más allá de forzar la dimisión de unos u otros", y aunque ha defendido que el poder político tenga cierto control sobre la empresa -dado que gestiona dinero público-, sí ha pedido que su dirección sea "la más profesional que se pueda tener".