
Barcelona, 5 oct (EFE).- Menús interactivos para poder reservar mesa en un restaurante sin espera, monitores con información nutricional acerca de los platos, quioscos inteligentes para agilizar el pedido o pulsadores para pedir la cuenta son algunas de las tecnologías que presenta "InnoBar" y que, según sus promotores, marcarán "un antes y un después" en el sector de la restauración.
No se trata de sueños de un futuro hipotético, sino de una realidad que ya puede encontrarse en algunos establecimientos de Barcelona y que la Asociación Española de Fabricantes y Consumidores (AECOC) quiere acercar a los empresarios hosteleros mediante una muestra en la ciudad que simula un bar adaptado a estos avances.
Lo primero con que se topará un cliente que acceda a un local de restauración tecnológicamente adaptado será el menú de la entrada. Atrás quedarán los habituales carteles con los platos del día y sus respectivos precios. El papel ya no tiene cabida en los bares del siglo XXI, donde prima la atención personalizada e interactiva.
En "InnoBar", un atril con pantalla táctil da la bienvenida al cliente. En ella, el cliente puede visualizar, escoger y demandar el menú en su propio idioma, incluso antes de tomar asiento en una de las mesas que puede reservar al instante. También puede sincronizar la pantalla con su teléfono móvil y facilitar así el proceso.
"La tecnología en el punto de restauración pretende hacer más fácil la estancia al consumidor, ofreciéndole un mejor servicio y sobre todo, si puede ser, fidelizando y ofreciendo ventajas como pueden ser promociones en ese punto de restauración", ha explicado hoy a Efe uno de los portavoces de AECOC, Sergi Cardona.
Ventajas como reservar en tiempo real, seleccionar las ofertas que mejor se adaptan a nuestras preferencias o compartir opiniones con otros clientes parecen casi básicas en un país donde cerca de la mitad de usuarios dispone de 'smartphones' (teléfonos inteligentes).
Una vez dentro del local, la rutinaria comida de cada día puede convertirse en una experiencia más allá del simple engullir. En la mesa o en la misma barra será habitual disponer de un monitor o una tableta electrónica para uso y disfrute del cliente.
En ese "E-Menú", que ya se ofrece en tres locales barceloneses, el usuario dispone desde la propia carta del local hasta información nutricional sobre los platos que está comiendo, así como posibilidad de solicitar la cuenta al camarero sin tenerle a la vista, ampliar el pedido o acceder a la agenda de actividades del local.
No solo eso, sino que en una sociedad donde las redes sociales han cambiado nuestra manera de interactuar con los demás, el E-Menú dispone de un sistema de entretenimiento con juegos electrónicos, conexión a Internet e incluso poder "chatear" con otras mesas del local, el flirteo de toda la vida adaptado a esta nueva era.
Y obviamente, en el bar del mañana los camareros ya no corretean de un lado a otro estresados ante decenas de clientes que se desesperan para pagar una cuenta que no llega o un pedido que tardan una eternidad en poder efectuar.
Gracias a las tecnologías, el camarero recibe al instante todas las demandas en su dispositivo portátil y envía la cuenta al monitor de cada mesa, un pago que incluso puede hacer el propio cliente en los "smartkiosk" (quioscos inteligentes) situados en el local, un sistema que ya se comercializa en restaurantes de comida rápida.
La clave es adaptarse a un consumidor "muy exigente, que se ha modelado a pasos agigantados en estos años de crisis, que controla el gasto antes de entrar al local, quiere un mejor servicio, busca sorpresas gratas y una oferta diferente a la que tiene en su hogar. No es un consumidor que se esté creando, sino que ya está aquí", ha asegurado la responsable de Hostelería de AECOC, Patricia Fernández.
Pero es precisamente ese contexto de crisis, con 39 meses seguidos de caídas en el sector en España, el que hace que los empresarios se muestren reacios a implantar estas innovaciones.
Sin embargo, el profesor Rohit Verma, experto en restauración de la Universidad de Cornell (EEUU) e invitado a la muestra de la AECOC, ha advertido que los estudios señalan que "la gente da más valor a las tecnologías una vez las usan en los locales", lo que repercute positivamente en el propio negocio.
Un gasto que posteriormente se transforma en un retorno en forma de satisfacción y fidelización, imprescindible en estos tiempos de crisis, como ha recordado Patricia Fernández: "¿Quién se hubiera imaginado hace años que restaurantes con estrellas Michelin tendrían reservas on-line con descuentos? Pues ahí están".
Relacionados
- Los profesores de la UEx reforzarán sus competencias en idiomas y nuevas tecnologías a través del Plan de Formación
- Las pymes murcianas que apuesten por la investigación en nuevas tecnologías contarán con ayudas europeas
- Comunidad acerca a los empresarios de Cartagena nuevas tecnologías y ciber-herramientas para mejorar su competitividad
- C.Valenciana.- La Fe mejora el diagnóstico y tratamiento de la patología vascular con nuevas tecnologías de imagen
- Miguel sebastián realza la labor del cermi por acercar las nuevas tecnologías a las personas con discapacidad