Los fondos de inversión tienen demasiados frentes abiertos como para conseguir volver a ser uno de los productos a tener en cuenta por parte de los inversores. Los depósitos de alta rentabilidad, la crisis de la deuda europea o la alta volatilidad del mercado de renta variable son sólo algunos de los factores que justifican la fuerte sangría de activos que han experimentado estos productos en el tercer trimestre del año.
Según los últimos datos publicados por Inverco, los reembolsos netos en septiembre ascendieron a 681 millones de euros, por lo que en total el tercer trimestre del año se ha saldado con salidas netas por valor de 2.092 millones. Pese a lo elevado de la cifra, lo cierto es que el tercer trimestre no ha sido uno de los peores. De hecho, durante el segundo trimestre las salidas netas en fondos superaron los 3.500 millones de euros y en el verano de 2010, la huida de inversores provocó reembolsos superiores a los 4.000 millones de euros.
La principal razón que ha evitado que la sangría pudiera haber sido mayor se encuentra en la fuerte demanda que han experimentado los productos garantizados de renta fija. Sólo en el mes de julio captaron 700 millones de euros netos y en agosto mantuvieron el saldo entre suscripciones y reembolsos prácticamente intacto.
Y todo indica que este tipo de productos seguirán siendo la estrella de los próximos meses. "En 2012 vislumbramos fondos garantizados de renta fija sin duda", afirmó recientemente Javier Bollaín, director de Bankinter Gestión de Activos en unas jornadas sobre fondos de inversión. "Los garantizados seguirán siendo importantes por lo menos hasta principios de 2012", coincidió con él Paloma Piqueras, consejera de la gestora de BBVA.
De momento, este año, los garantizados de renta fija son de los pocos que se salvan de los números rojos. Acumulan unas suscripciones netas positivas que superan los 6.000 millones de euros cuando en total la industria sufre reembolsos por valor de 6.880 millones.