Que nadie se engañe. La volatilidad ha sido la variable dominante en los últimos meses en el mercado de renta variable y todo apunta a que lo va a seguir siendo.
Ya se han despejado algunas dudas acerca de la ampliación del fondo de rescate europeo -Alemania dió luz verde esta semana-, pero nadie pone la mano en el fuego porque se esté gestando un rebote sostenible, incluso la tendencia de medio plazo sigue siendo bajista. Aprovechar los fuertes vaivenes de las cotizaciones de las compañías es una de las bazas que le quedan a un inversor para acumular ganancias en bolsa en este escenario.
Esta semana un desconocido captó la atención de todo el mundo con frases como "la crisis es un sueño hecho realidad". Alessio Rastani, que así se presentó en la pequeña pantalla, también mencionó que "cuando el mercado falla, si usted sabe qué hacer, si adopta el plan correcto, puede hacer mucho dinero con ello". Puede parecer una desfachatez para aquel que no invierta su capital en los mercados o que sólo lo haga en una dirección y su intención sea sentarse durante años, pero el mensaje no aporta nada nuevo.
De hecho, el objetivo de cualquier experto es construir y gestionar la cartera de la forma más eficiente posible para batir el comportamiento del mercado. Y, para ello, se mueve. Aunque el escenario se vuelva adverso no desvía el objetivo principal de la inversión.
En el contexto macroeconómico, el foco de preocupación de la zona euro no ha desaparecido, pese a que se están dando pasos importantes, y el temor a que la desaceleración económica desemboque en una recesión también sigue presente. El mercado ya puede haber descontado lo peor, pues los principales índices del mundo han caído, o en el mejor de los casos rozado, los mínimos del año e incluso de dos ejercicios atrás. El problema es que nadie puede asegurarlo.
Mientras no se consolide un rebote, no es extraño que algunos valores continúen sufriendo movimientos de más del 10 por ciento, ya sea al alza o a la baja, en sólo cuestión de días. De ahí que algunos inversores opten, ahora más que nunca, por mover sus fichas con rapidez y no mantener posiciones pensando más en el largo plazo. Y es que esto último responde a confiar en los fundamentales de las compañías, que ahora parecen no importar al mercado.
Una de las grandes diferencias entre los dos tipos de inversión es que si se reduce el plazo, aumenta el riesgo, pero con ello también puede incrementarse la rentabilidad.
El trading, como se denomina a la compra y venta de un título en poco tiempo para beneficiarse de sus movimientos a corto, supone exponerse a ganar o perder más dinero que si el inversor se queda quieto. Las rentabilidades, al igual que las pérdidas, se pueden maximizar.
Optimizar al máximo
No hay más que analizar lo que han hecho los grandes valores del parqué español en los últimos dos meses para comprobar que con los pequeños repuntes al alza se podría haber maximizado el rendimiento. En este caso, la mayoría de los grandes del Ibex acumula pérdidas en este periodo y las diferencias entre optimizar al máximo las subidas puntuales y mantener sin cambios al título en cartera son abismales.
La rentabilidad total que se ha podido obtener en las alzas de los dientes de sierra en los seis grandes del selectivo van desde un 45 a un 68 por ciento en dos meses. Es decir, que entre quedarse quieto y maximizar las ganancias a través de estas subidas hay diferencias entre el 43 por ciento -que se habría logrado con compras y ventas en Inditex- y el 84 por ciento de rentabilidad -que se conseguiría operando con BBVA-.
En cualquier caso, se trata de un ejercicio teórico, pues si un inversor hubiera logrado estas ganancias significaría que ha sido lo más efeciente y óptimo posible, algo imposible. Pero apuntarse una rentabilidad positiva cuando la evolución del valor es negativo ya supone batir al mercado.
Los expertos señalan que para comprar y vender se deberían elegir títulos líquidos, es decir, que tengan un alto volumen de negociación, y que, a poder ser, estén sujetos a alta volatilidad. "La recomendación, sobre todo en estos entornos de mercado, es operar con valores grandes, con gran volumen para evitar en la medida de lo posible que nos puedan ejecutar stops [el nivel impuesto para que la pérdida no se profundice] u órdenes muy por debajo de nuestros precios", recomienda Luis Lorenzo, desde Dif Broker.
Por su parte, Óscar Germade, analista de Cortal Consors, también explica que, siempre que sean valores líquidos, las compañías con las betas más altas son con las que más se puede obtener rentabilidad en estos momentos de volatilidad. Una beta más baja, al final, lo que te está diciendo es que el título está menos sujeto a lo que hace el mercado y por tanto ahora su volatilidad es más pequeña y no abre tanta oportunidad para operar en el corto plazo.
BBVA
En general, respecto al sector bancario, desde Dif Broker explican que "es aquí donde se producen las mejores oportunidades y más rápido se puede hacer un trade". Pero al mismo tiempo advierten de que "por su fuerte volatilidad también nos puede llevar a una fuerte pérdida".
En el caso concreto de BBVA se encuentra la beta más alta entre los seis gigantes del selectivo español y también se descubre el título que ha escondido las mayores oportunidades de maximizar las subidas en el corto plazo. Mientras la entidad cede un 16 por ciento desde principios de agosto si se hubieran aprovechado las alzas se obtendría una rentabilidad de alrededor de un 68 por ciento. Es decir, una diferencia de unos 84 puntos porcentuales.
No obstante, si su intención es permanecer en el valor más tiempo pensando en sus fundamentales, en estos momentos también hay oportunidades de entrada. Por un lado, porque el mercado ha dejado los precios muy bajos mientras que las valoraciones de las casas de análisis no han caído tanto. Es decir, que los expertos consideran que han sido castigados en exceso y confían en que su valor acabará reflejándose. Así, BBVA mantiene ahora el mayor potencial alcista entre los grandes del Ibex 35, más de un 35 por ciento.
Banco Santander
El comportamiento del banco que preside Emilio Botín en estos dos meses ha sido semejante al de BBVA. El inversor que tenga el título en cartera desde entonces y se haya quedado quieto ha perdido un 16 por ciento. Ahora bien, si se hubiera subido a los picos, desde los precios bajos, el rendimiento acumulado sería superior hasta en 75 puntos. Y es que en este tiempo el banco se ha apuntado escaladas de incluso el 12 por ciento (ver gráfico).
También aquí hay opciones para quién no esté dispuesto a asumir el riesgo que supone comprar y vender en el corto plazo, además del seguimiento que requiere. Entre los fundamentales que hay detrás de la entidad figura un PER de 6,6 veces, frente al de 7,3 veces de principios de agosto. Con ello, ahora mismo sólo se está pagando 6,6 veces el beneficio de la entidad bancaria. Otro de los mayores atractivos que han dejado las caídas en el parqué es la rentabilidad que ofrece la retribución. El rendimiento de la remuneración al accionista se sitúa ahora cerca del 10 por ciento.
Telefónica
Si pregunta a los expertos por un valor que tendría en su cartera con vistas al largo plazo es muy probable que Telefónica sea uno de los señalados. Y es que su atractiva rentabilidad por dividendo la convierte en una clara opción para los inversores que compran con la intención de recibir altos pagos sin necesidad de mover su cartera. En estos momentos, además, cotiza muy por debajo de la valoración que estiman los bancos de inversión. El consenso sitúa su precio objetivo en los 18,88 euros, un 30 por ciento por debajo de valor en bolsa. Si se piensa ahora en Telefónica como un título para trading es fácil comprobar que no es ajeno a los vaivenes y que en los momentos de euforia compradora se ha revalorizado incluso más de un 10 por ciento. Al mirar el gráfico de su cotización desde principios de agosto hasta ahora, hay un tramo en el que el precio de las acciones de la teleco se incrementó en un 11 por ciento desde sus mínimos anuales. ¡Y fue en tan sólo cuatro sesiones! Es más, comprando y vendiendo telefónicas, el inversor más eficiente teóricamente podría haber conseguido una rentabilidad positiva de más del 50 por ciento entre sus saltos.
Repsol
No hay que olvidarse de contemplar la posibilidad de invertir a la baja, con la esperanza de que un valor caiga en bolsa. Y más teniendo en cuenta que, pese a algunos rebotes, muchos expertos aún defienden que el selectivo español está inmerso todavía en una tendencia bajista desde el punto de vista técnico. Para este tipo de inversiones se esconden también oportunidades en el corto plazo. El ejemplo que deja Repsol desde que arrancó agosto se ve claramente en los diez primeros días del mes. El inversor que se posicionó a la baja en la petrolera a 22 euros se apuntó casi un 20 por ciento de ganancias en diez días, cuando el valor retrocedió a sus mínimos del año, en los 17,725 euros. Pero precisamente Repsol es un valor en el que también se recomienda entrar de cara al largo plazo. Es la única de las grandes del selectivo que conserva una recomendación de compra por parte del consenso de mercado.
Iberdrola
Iberdrola, como ocurre con Repsol, tampoco es uno de los valores preferidos por los inversores bajistas; en la última publicación de posiciones cortas que hizo la CNMV mantuvo ese escaso 0,2 por ciento del capital invertido a la baja con grandes participaciones. Pero en estos dos meses un inversor que se anticipara a las caídas posicionándose a la baja habría conseguido más de un 60 por ciento de rentabilidad acumulada en los grandes movimientos. No obstante, también ha habido oportunidades para los alcistas (véase gráfico). Por el momento, la recomendación de los analistas para el largo plazo es mantener el título en cartera y no entrar. Pero después de las últimas caídas -desde principios de agosto cae en torno a un 10 por ciento- el título se ha quedado con un importante recorrido alcista, que el consenso prevé alrededor del 30 por ciento.
Inditex
La compañía textil es el valor más alcista del selectivo español en los dos últimos meses y la única que se ha revalorizado entre las mayores empresas del índice. Por tanto, el inversor que la tenga en cartera puede presumir de haber conseguido ganancias en este periodo. Pero, ¿cuánto podría haber maximizado su rentabilidad? Entre los grandes es el menos volátil, pero a pesar de ello comprar justo antes de los seis movimientos al alza más marcados por el título el rendimiento conseguido de esta manera sumaría unos 44 puntos porcentuales más. Si quiere tener el valor en los próximos meses sepa que el consenso de analistas le otorga una recomendación muy cercana a la compra y que su elevada caja y un negocio internacionalizado la mantienen como una sólida idea de inversión.