Bolsa, mercados y cotizaciones

El PP saca pecho y ahora pide que Aena tampoco sea privatizada

Todos los movimientos políticos que se llevan a la práctica en los dos meses previos a unas elecciones generales tienen detrás un sinfín de entresijos con presiones e intereses de alto nivel. El aplazamiento de la salida a bolsa de Loterías, también. En este sentido, el PP que, según las encuestas, se sabe ganador el 20-N, sacó ayer pecho porque su opción de paralizar la OPV se opuso a la del Gobierno socialista que, sólo cinco días antes, había dado luz verde en el Consejo de Ministros a la salida al mercado bursátil de su joya de la corona.

Los populares, muy satisfechos con el aplazamiento anunciado el miércoles, no perdieron ayer la oportunidad de ponerse una medalla y emprender una nueva batalla. Su portavoz económico, Cristóbal Montoro, exigió abiertamente que el Ejecutivo paralice también la privatización de los aeropuertos de Barajas (Madrid) y El Prat (Barcelona). "Es un mal momento para privatizar cuando, además hay tres o cuatro casos en países europeos donde se han postergado los procesos en aeropuertos, porque no tenía sentido", reclamó Montoro, para poner encima de la mesa la sospecha de que la venta esté "predecidida".

El conjunto de las voces del PP se felicitó por la decisión del Gobierno para mostrar su compromiso de que, si llegan a La Moncloa, no privatizarán Loterías, ya que es una opción que consideran de todas todas "inviable".

Noticia bien recibida en general

La vicepresidenta para Asuntos Económicos, Elena Salgado, sin embargo, no tuvo otro remedio que dar la cara ante una nueva rectificación de su gabinete. La número dos de Zapatero defendió que, aunque había interés por parte de los inversores, era a un precio que el Gobierno "no ha querido admitir". "No era seguro que pudiera obtenerse el precio que entiende el Ejecutivo que vale el 30 por ciento de esta empresa", admitió Salgado en RNE sin entrar en cifras concretas. Acto seguido, Salgado se negó a recoger el guante del PP en relación a la privatización de Barajas y El Prat. "Son dos procesos distintos", insistió para recordar que en el caso de los aeropuertos es un gestor el que se hace cargo de su gestión. "Es una empresa con experiencia y no tiene nada que ver y, ahí, el precio se paga durante toda la concesión de la privatización que en definitiva es una concesión de la gestión", puntualizó. El ministro de Trabajo y número tres del PSOE en las listas por Madrid, Valeriano Gómez, respaldó también como "absolutamente acertada" la decisión.

Entretanto, los socialistas pusieron el acento en que se trata de un aplazamiento y no de una suspensión de la operación. "Nosotros hemos dicho que no vamos a hacerlo ahora, no que no se vaya a hacer", remarcó la jefa de campaña del PSOE, Elena Valenciano, asumiendo así su compromiso de que un futuro Ejecutivo presidido por Alfredo Pérez Rubalcaba retomaría una operación que, aplazada sine die, es prácticamente inviable que se ponga en marcha a menos de dos meses de la cita con las urnas.

En líneas generales, la noticia fue bien recibida. El coordinador general de IU, Cayo Lara, respaldó la marcha atrás del Ejecutivo porque "es un recurso seguro para que entre dinero en las arcas del Estado". Mientras, el secretario general de CEOE, José María Lacasa, alabó como "prudente" la decisión del Gobierno en unas jornadas del IEE en las que se escuchó una de las pocas críticas. El vicepresidente del IEE, Juan Iranzo, puso en cuestión el objetivo de estabilidad presupuestaria teniendo en cuenta que "se han esfumado" siete décimas del PIB de déficit público.

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