PARÍS (Reuters) - El presidente francés, Nicolas Sarkozy, dijo el martes que estaba decidido a cambiar el panorama económico de Francia, pese a la situación internacional, y expresó su esperanza de que 2008 suponga el fin de la semana laboral de 35 horas.
"La situación internacional es menos buena de lo que podíamos esperar, pero si no fuera este problema, sería otro", dijo.
La estrategia económica de Sarkozy pretende alentar a la población a trabajar más y pese a que ha caído en las encuestas en las últimas semanas, no se ha echado atrás respecto a temas tradicionalmente tabúes, como la semana laboral de 35 horas.
Sarkozy anunció en noviembre sus planes para acabar con esta medida, por ejemplo haciendo que algunas firmas se desvinculen del limite de 35 horas a cambio de aplicar subidas salariales.
Pero con el creciente descontento con las medidas gubernamentales en tales temas, Sarkozy se esforzó por anticiparse a esos ataques.
Respondiendo a una amplia variedad de preguntas, incluida si tenía previsto casarse con la modelo Carla Bruni, la representación africana en organizaciones internacionales y el servicio sanitario, Sarkozy trató de lustrar su imagen de hombre de acción.
También propuso desechar la publicidad en los canales de televisión públicos e imponer un gravamen sobre los ingresos publicitarios de la privada para ayudar a financiar el déficit.