
¿Adiós a los cables de cobre? La respuesta podría ser sí, ya que investigadores de la Universidad de Rice, en EEUU, han conseguido fabricar cables eléctricos a partir de nanotubos de carbono, que podrían transmitir tanta corriente como los cables de cobre, pesando menos y perdiendo menos energía.
Según recoge la revista Technology Review, del Instituto Tecnológico de Massachusetts, los investigadores estaban persiguiendo este objetivo desde los años 80, y se trata de un avance que podría hacer coches y aviones más ligeros, así como conseguir que la energía renovable fuera más práctica.
En la Universidad de Rice ya han demostrado que funcionan este tipo de cables, y ya están diseñando una línea de fábrica para comenzar la producción a escala comercial.
Según la revista, coseguir que cables ligeros y eficientes de nanotubos fueran tan buenos conductores como los de cobre ha sido uno de los objetivos de los nanotecnólogos desde los años 80.
Los nanotubos son estructuras tubulares cuyo diámetro es del tamaño del nanómetro (una milmillonésima parte de un metro) de carbono, son resistentes mecánicamente hablando y son mejores conductores que el cobre. El problema que tienen es que las grandes estructuras no tienen las mismas propiedades que los tubos individuales cuando están uno al lado del otro, según la revista.
Las increíbles propiedades de estos cables
Sin embargo, ahora, tras años de investigación sobre la forma correcta de ensamblarlos y los ingredientes necesarios, los profesores Pulickel Ajavan y Enrique Barrea han conseguido fabricar cables de nanotubos de carbono tan buenos como los cables de cobre.
La combinación de propiedades de los nanocables desarrollados por su equipo no tienen precedentes: son resistentes pero suficientemente flexibles como para hacer un nudo con ellos o utilizarlos para crear cables muy largos. Pueden transportar 100.000 amperios por centímetro cuadrado de material, más o menos la misma cantidad que los cables de cobre, pero pesando la sexta parte.
Además, son capaces de transportar más electricidad a larga distancia sin perder la energía del cobre, un problema actual del sistema eléctrico. Por último, debido a que están hechos de carbono y no de metal, no se corroen.
En suma, se trataría de cables más ligeros que los de cobre; además de ser resistentes y flexibles y con mayor capacidad para conducir energía a larga distancia con menores pérdidas que los actuales.
"El objetivo es crear un producto de ingeniería", explica Enrique Barrera a la revista. "Creemos que lo que hemos sido capaces de hacer se puede escalar para crear métodos de producción continuos", añadió.
De momento, su equipo ya ha planificado cómo se haría a través de una línea tradicional de una fábrica y actualmente está explorando su comercialización con diversas compañías, aunque no ha cerrado ningún acuerdo. La investigación está apoyada tanto por el Departamento de Energía de EEUU, y por empresas como el Boeing, Chevron y NanoRidge Materials.
Mientras, en los mercados de materias primas, el cobre sigue cayendo.
Vídeo explicativo de la propia universidad sobre el funcionamiento de los nanocables: