El inversor se ha vuelto a fijar en Tesco, que es la empresa más sólida por fundamentales del sector hoy por hoy.
Históricamente el de la distribución ha sido un sector defensivo, de esos que suelen servir de refugio en momentos en los que el mercado empieza a descontar un bajo crecimiento económico o, incluso, la sombra de una recesión. La última compra del gurú Warren Buffett ha vuelto a ponerlo en el candelero: el inversor 'valor' por excelencia ha incrementado su participación en la británica Tesco.
Sin embargo, el sector de distribuidoras de alimentación en Europa (según el índice Bloomberg Europe Food Retailers Index) está cotizando muy cerca de los mínimos de 2009.
El PER (veces que el beneficio se contiene en el precio de la acción) de las mayores del sector se sitúa, de media según Bloomberg, en torno a las 12,3 veces. Es superior al de cualquiera de los principales índices europeos.
De hecho, la elegida de Buffett es una de las excepciones del sector: en ella crecen las previsiones de ganancias tanto para lo que queda de ejercicio como para 2012, y es la única con una firme recomendación de compra por parte del consenso de mercado. Su principal atractivo es la rentabilidad por dividendo, más del 4%.
Carrefour, otra historia
Si Tesco es la cara del sector, Carrefour es la cruz. Le quede algo por purgar o no, la penalización que ha sufrido en los últimos meses ha sido brutal. El valor ha tenido que digerir en bolsa varios profit warning (revisiones a la baja de sus objetivos de beneficio) y el viernes daba la oportunidad de entrada con un stop en los 14,65 euros.
Las previsiones de beneficio ya han sido recortadas en casi un 30%, tanto para este año como para el próximo, y de hecho, el mercado ya descuenta que este año sus ganancias caerán también en torno a un 30% respecto a lo obtenido en 2010.