Londres, 5 ene (EFECOM).- El banco iraní Saderat reconoce que las sanciones unilaterales estadounidenses le han supuesto perder a un tercio de sus socios extranjeros pero sus operaciones en el exterior siguen siendo rentables.
En declaraciones al diario "Financial Times", su director gerente, Hamid Borhani, explica que aproximadamente 200 de los 600 bancos extranjeros que hacían negocio con el Saderat antes de que Washington impusiese sus sanciones en septiembre del 2006 han suspendido mientras tanto sus transacciones.
El Saderat es el segundo banco iraní en cuanto a activos aunque posiblemente el más activo en cuanto a operaciones extranjeras.
Según Borhani, los bancos de Oriente Próximo continúan sus contactos a despecho de las sanciones estadounidenses y han pasado a ser sus socios principales.
China se convirtió el año pasado en el principal socio comercial de Irán y buena parte del comercio bilateral se realiza a través de los Emiratos Árabes Unidos.
Pese a las afirmaciones del director del Saderat, las últimas cifras del Almanaque de los Banqueros, que da información de referencia a la industria, los bancos corresponsales de aquél ha pasado de 29 en agosto del 2006 a sólo ocho, dos de los cuales son subsidiarios del Saderat.
Los corresponsales son bancos que acuerdan prestar servicios a otros institutos en mercados a los que éstos no tienen acceso.
Según funcionarios occidentales citados por el Financial Times, el Saderat podría ser el blanco de la próxima ronda de sanciones internacionales aunque Washington no ha logrado convencer a Rusia o China para que sigan sus pasos.
Según Borhani, su banco continúa 25 operaciones en el extranjero, incluida la de un subsidiario en la capital del Reino Unido, país que es, sin embargo, el mayor aliado de Washington, y los beneficios calculados crecieron un 25 por ciento en el 2007 frente a un 30 por ciento el año anterior.
El Gobierno estadounidense ha actuado en dos ocasiones contra el banco Saderat en los últimos quince meses.
En septiembre del 2006 lo excluyó del sistema financiero estadounidense y el pasado mes de octubre lo acusó de "apoyar al terrorismo".
Además de aplicar sus propias sanciones, Estados Unidos ha estado presionando a bancos y empresas de otros países para que suspendan sus negocios con las instituciones iraníes.
Borhani señala al diario británico que su banco está decidido a mantener sus operaciones en el exterior porque no hay signos de pérdidas y explica, por otro lado, que nada de ello impedirá su próxima privatización.
El director gerente rechaza en la entrevista las acusaciones de Estados Unidos en el sentido de que el banco ha financiado a grupos radicales.
El banco Saderat, de Londres, y las cinco filiales que tiene en el Líbano, nunca han transferido dinero a grupos militantes, como sostiene Washinton, asegura Borhani, quien reta a Washington a hacer pública cualquier prueba que tenga al respecto. EFECOM
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