El Tesoro Público español se ha vuelto a ver las caras hoy con los inversores. Lo ha hecho con una emisión de letras a 3 y 6 meses en la que se ha captado entre 3.225 millones de euros y con la que ha cerrado el calendario de subastas previsto para septiembre. En agosto, los títulos a un trimestre se colocaron a una rentabilidad media del 1,35%, mientras que las letras a seis meses se adjudicaron al 2,18%. En la adjudicación de títulos a 12 y 18 meses que realizó la semana pasada, el Tesoro se vio obligado a ofrecer un interés superior al de agosto.
Hace un mes, las peticiones de letras a tres meses superaron en 7,6 veces la cantidad finalmente emitida, proporción que en el caso de los títulos a seis meses se situó en las 3,6 veces.
A su favor, el Tesoro ha tenido la moderación de la prima de riesgo, medida por la diferencia entre la rentabilidad de los bonos españoles y alemanes a 10 años, en las últimas jornadas. Si el viernes se redujo de los 361 a los 345 puntos básicos -ó 3,45 puntos porcentuales-, ayer se moderó hasta los 333 puntos básicos, después de que el rendimiento de los bonos a 10 años cayera del 5,20 al 5,16%.
La tregua también alcanzó a Italia, que junto con España está en el punto de mira de los inversores. La prima italiana se estrechó ayer de los 388 a los 382 puntos básicos.
Compras a ritmo lento
Con relación a la crisis de la deuda soberana en la zona euro, el Banco Central Europeo (BCE) comunicó ayer que la semana pasada sólo dedicó 3.952 millones de euros a la compra de bonos periféricos en los mercados secundarios, un 59,6% menos que durante la semana anterior. Se trata de la cantidad más reducida desde que la entidad presidida por Jean-Claude Trichet retomó las adquisiciones de bonos a comienzos de agosto. Tras la última batida, el BCE atesora deuda periférica por valor de 156.500 millones de euros en su balance.